
El predominio que Ciclón tenía en las esferas costeras se extendió a nivel país al ser, prácticamente, el representativo de Viña del Mar en el Torneo Nacional. De esta manera, en la versión de 1946 con la formación integrada por Mario Garay; Enrique Marguiz, Carlos Robles; José Valencia, Raúl Garay y Miguel Tordecilla se adjudican el certamen disputado en la avenida La Marina de la Ciudad Jardín. La campaña en esa ocasión fue un 10-0 sobre Quilpué y 1-0 a Santiago, vigente campeón en ese entonces.
Al año siguiente, en la cita disputada en la avenida Francia de Valparaíso y siempre liderado por Tordecilla y el Loco Garay, Ciclón… mejor dicho, Viña revalida su título máximo. Aquella campaña se adornó con los triunfos sobre el cuadro local (3-0), Concepción (2-0) y Peñaflor (4-1) más un empate con Santiago (1-1). Como recuerdo de aquel bicampeonato, el representativo viñamarino se llevó las copas Caupolicán y Municipalidad de Valparaíso.
Finalmente, tres años después y ya con refuerzos como los hermanos Finalterri –que en esos días jugaban por Everton- Ciclón es otra vez el equipo base de Viña del Mar que se lleva el primer Nacional disputado con pelota.
El certamen fue disputado en Concepción, donde los viñamarinos vencieron a Limache (11-0), Peñaflor (3-1) y Concepción (6-0), empatando de paso con Santiago.
El cuadro de la Ciudad Jardín lució mejor su dominio del nuevo escenario reglamentario –que había dejado en los archivos al disco de madera-, reafirmando el poderío que demostraba desde las temporadas precedentes. El plantel campeón lo integraron los porteros Jorge Cordero y Mario Garay más los jugadores Carlos Robles, Alfonso y Mario Finalterri, Miguel Tordecilla, , Raúl y Julio Lara, Osvaldo Rodríguez, Otto Schertz y José Valencia. Todos bajo la dirección técnica de Enrique Lor.