
Sobre el tema específico del hockey femenino chileno, éste va integrado a los inicios de la actividad en Valparaíso y Viña del Mar. Porque cuando a partir de 1935 comienza una verdadera fiebre en la formación de clubes en el litoral central -como las correspondientes ramas de los tradicionales clubes New Crusaders y Británico, en el puerto; o la fundación del Neptuno y el Municipal en la Ciudad Jardín- algunos de esos nóveles equipos formaron sus respectivas ramas con féminas. Pero también había representativos exclusivamente de damas, como el que constituyeron algunas operarias de la Unión Lechera de Aconcagua, cuya industria se ubicaba en Libertad con 10 Norte, para también darle a los patines y chuecas.
En Santiago, mientras tanto, un fomento del nóvel deporte -y del hockey de mujeres, específicamente- llegó, sin proponérselo, desde el Gobierno encabezado por el Presidente Pedro Aguirre Cerda que desde 1940 fomentaba la práctica del deporte, en cualquier disciplina, con el programa denominado Defensa de la Raza y Aprovechamiento de las Horas Libres. A través de equipos, llamados –era que no- Defensa de la Raza o Grupo Móvil, el Estado apoyó la práctica del fútbol, natación, ciclismo y básquetbol. Tal vez, por el atractivo que había tenido en la gente el hockey, gracias a sus jornadas de fin de semana frente al Palacio de La Moneda, también se incluyó en el programa.
A través de esa organización, el nuevo equipo –dirigido por Osvaldo Parot, con representaciones tanto en damas como en varones- comenzó a enfrentarse a los “poderosos elencos de otros clubes” como Dávila Baeza, Chile HC y Bando de Piedad, todos los sábados por la noche en la Plaza de la Libertad. Para ello, los dirigentes del Defensa anunciaban “poderosos reflectores en la cancha que quedará muy bien iluminada”.
Es más, en el Festival Hockístico que se fijó para para disputarse entre los días 18 y 21 de septiembre de 1941 frente -por supuesto- al Palacio de La Moneda -y que propició la fundación de la Federación Chilena de Hockey y Patinaje-, se incluyó un partido entre equipos femeninos donde el capitalino Nacional se impuso al Patín Hockey Viña por 2-1.
La confirmación de todo se produjo al año siguiente con la disputa del primer Campeonato Nacional, realizado en el mismo escenario entre el 10 y 12 de octubre, con la disputa del pleito entre las selecciones de las asociaciones de Santiago y Valparaíso, con victoria de las locales por 2-0. En los registros escondidos del tiempo quedaron varios nombres, como los de Lucía Sepúlveda, Olga Sánchez, Eliana Mendoza, Alicia Bonomo y Eliana Abud, por las capitalinas; más
Orfelina Monsalve, Hilda Mayer, Nieves Julve, Eliana Gutiérrez y Nélida Videla, por las porteñas. De paso, fue el primer campeonato oficial de hockey sobre mujeres disputado en el mundo adelantándose a Europa donde, si bien las damas participaban de la actividad desde principios de siglo, no había una competencia formal.
Un año después, en la segunda versión del Nacional realizado en la avenida Francia de Valparaíso, entre el 30 de octubre y 1 de noviembre, las locales se llevaron el trofeo máximo tras golear 6-0 a Santiago.
Y hasta ahí llegó la historia. El hockey femenino comenzó a perder importancia en el crecimiento que estaba viviendo la actividad. Muy pronto, las pocas exponentes que había quedaron relegadas hasta que desaparecieron sus entusiasmos por seguir practicando la disciplina.