Desde el miércoles último la Selección Nacional está en la localidad francesa de La Roche-sur-Yon esperando su debut en su vigesimoséptima participación mundialista.
Prácticamente, es el mismo plantel que anotó el cuarto lugar, hace dos años, en Luanda. La única novedad es el chileno-español Marc Figa, quien asumió el puesto de Diego Miranda.
En la primera ronda el partido clave será ante Italia. Será la bisagra que le pavimente o dificulte el camino hacia los lugares de privilegio. ¿Por qué no soñar con un podio? ¿O lo más alto del podio?
Este equipo tiene oficio, tiene experiencia, tiene ganas de escribir un nuevo capítulo, con letras de gran cuerpo, en los lares galos. Está la ambición, el deseo de superar su propia historia. Y en eso tienen el apoyo de quienes sienten el hockey como algo más que una pasión efímera. Es una mística especial.
El siguiente capítulo de los relatos mundialistas comienza el domingo 21 ante los sudafricanos. De estos diez muchachos depende el final…
