El DT argentino de Estudiantil San Miguel respira hockey. Metafóricamente, si analizaran sus cromosomas estos tendrían forma de patín y chueca. Ni qué decir de su acervo táctico, que es mayúsculo y lo transmite a sus dirigidos. Si tiene que hacer repetir un ejercicio o alguna jugada dos, cinco o diez veces lo hace.
Jorge Otiñano tiene sus grados muy bien ganados, destacando el título mundial que anotó en Francia, el año pasado, con la Selección Femenina de su país. Cotizado, desde Europa desean tenerlo en sus canchas. Pero él prefirió llegar con su filosofía hockística a calle Pirámide.
“Llegué en noviembre y después de ver a los muchachos de Estudiantil me gustó el juego de Jorge Salgado y Franco Ginés. También, los jóvenes que componen este club que tienen un futuro muy grande, de aquí a dos años. Destaco al (Benjamín) Chino Puentes, a Cris (Cristofer Zárate), (Diego) Miranda, (Manuel) OIave. También, los dos arqueros infantiles. Son proyectos importantes. Nos hemos ido superando de a poco, porque vamos de a poco. Por lo menos, mi idea de juego lo están asumiendo los jugadores porque han entendido que esto es un trabajo de equipo”, señala.
-O sea, a usted le importa más el “valor equipo” que el “valor hombre”…
– El hockey, por definición, es un trabajo de equipo, está por sobre las individualidades que de repente producen desequilibrio. Y por ser un deporte de equipo lleva un tiempo que se asuma el mensaje del entrenador, porque no es fácil. Creo que a fin de año se verán los frutos. Insisto, llevará un tiempo interpretar lo que quiero, pero eso es normal.
– Cuando usted asumió en Estudiantil comentó que un déficit de los equipos chilenos es la defensa ¿ha visto evolución en ese aspecto?
-Lo que pasa es que el jugador se preocupa más de la pelota cuando la tiene, pero también hay que hacerlo cuando no se tiene…
-Lo que se define como defender sin pelota…
-Pero también, hay que saber atacar sin pelota. En el hockey español lo saben hacer muy bien, que la pelota llegue lo menos posible a tu sector. Y cuando la recuperas, saber qué hacer con ella en el otro sector. Lo peor que puede pasar es que, si cuidas tu defensa y no logras conjurar tus ocasiones, el partido termine 0-0.
La Liga
Mientras conversa, y a la vez observa y dirige a los infantiles de Estudiantil, se va entusiasmando.
-Estudiantil San Miguel, en la Liga de Honor, es un equipo que propone juego, asume iniciativa ante rivales que esperan…
-Nosotros proponemos nuestro juego ante rivales que se conocen hace mucho, que saben lo que tienen que hacer. Es la filosofía que el entrenador propone con sus jugadores, y con la que vamos a ser fiel. No se deja nada a la improvisación, todo lo que se ve en la cancha se ha aprendido con el trabajo que se realiza en los entrenamientos. La improvisación sólo se le puede dejar a un genio. Y en Estudiantil el único que tiene permiso para improvisar, de tres cuartos de cancha para arriba, es Franco Ginés. Lo único que le pido a mis jugadores es que sean fieles a lo que se practica. Y los resultados llegarán, hay que estar tranquilos.
-En específico de lo que va de la Liga de Honor, en el debut con León Prado les bajaron las revoluciones con la rotación de bocha…
-El único problema que hemos tenido son los goles que hemos perdido. Si hubiésemos metido los goles que nos creamos, habríamos ganado.
-Pero en ese partido los leonpradinos aprovecharon los espacios, que sus defensas dejaron, para anotar…
-Sí, es verdad. Pero también hemos sido protagonistas jugando tal como lo hemos planificado. Nuestra filosofía es ofensiva.
-Con Universidad Católica les tocó una noche iluminada de Matías Calvert, quien les marcó cuatro tantos…
-A veces se dan ocasiones en que un equipo tiene mejor definición aprovechando bien las situaciones. Todo eso ayuda al oficio que estamos adquiriendo porque estamos en un proceso de cambio.
-Sin embargo, ante San Agustín lograron imponer su ritmo…
-Ahí las veces que llegamos hemos concretado. Pero cuando ganamos o perdemos siempre soy objetivo. Estoy contento con el progreso, porque un entrenador si no convence al jugador no se llega muy lejos. Yo los convenzo, no vendo humo. Ofrezco trabajo para lograr resultados, no hay nada mágico.
-¿Qué hockistas rivales destacaría?
-Tengo la suerte de que en mi equipo están los dos mejores jugadores del torneo local, Jorge Salgado y Franco Ginés. También, Benjamín Puentes quien tiene un futuro increíble, él es el futuro conductor del hockey chileno. Además, aquí hay muy buenos jugadores como Juan Pablo Díaz, de San Agustín. Benjamín Riffo, de Universidad Católica, y Felipe Castro, de León Prado, me gustan mucho.
Fanatismo Por Concepción PC
Si hablar de hockey apasiona a Otiñano, su club de siempre, Concepción Patín Club de San Juan lo toca hasta la fibra más íntima.
“Me emociono cuando hablo de Concepción. Me formé ahí, me dio la posibilidad de llegar adonde estoy. Amo a Concepción, sé que volveré algún día para dirigirlo. Soy fanático de Concepción”, dice tomando un poco de aire.
-Usted compartió en Concepción con algunos astros que pasaron por ahí como Mario Agüero o Panchito Velásquez que los reforzó en el Sudamericano de Clubes en el 99…
-Y bueno, los íconos máximos de Concepción son los hermanos (José Luis y David) Páez. Un escalón más abajo están Agüero, Nelson Jaime, Carlos Moreta (actual DT de León Prado)…
Entre medio de la conversación, casi en forma espontánea dedica palabras –con una suerte de recado entre medio- al hockey femenino. “La Selección Femenina de Chile tiene un muy buen futuro, tiene muy buenas jugadoras jóvenes. Hay que apostar por ellas, apoyarlas. Ese equipo tiene que superar el tercer lugar que logró en el Mundial pasado. Creo que para el próximo torneo en Argentina tiene que ir pensando en ganarlo”, sentenció.