
Al llegar a Brasil la delegación nacional se topó con los comentarios locales que no le daban alguna opción a la Roja, señalando que el título se disputaría entre los verdeamarelos y argentinos. Además, y tal como había sucedido en las dos ediciones anteriores del Sudamericano, todo se circunscribiría a tres equipos ya que la Selección Colombia, de la cual se anunciaba su participación hasta una semana antes del chuecazo inicial, finalmente no participó.
Con ese ambiente, el jueves 15 de noviembre comenzó la XII edición del certamen con el duelo entre los locales y los chilenos. El gimnasio del Club Internacional de Regatas estaba colmado con más de tres mil torcedores, que se hicieron notar en sus provocaciones hacia los visitantes.
“El conjunto seleccionado chileno tuvo que sobreponerse a un primer tiempo deficiente que los dejó en desventaja parcial de 2-0 al finalizar la etapa” consignaban los periodistas presentes en el campo de juego.
Tras el descanso, Eduardo Tapia asumió su papel de referente, logrando que el representativo chileno se mostrara mejor ubicado en la cancha con un manejo en la rotación buscando un resultado más benigno. Fue, justamente, un doblete del sureño el que comenzó a poner algo de justicia en el trámite.
Ni la nueva ventaja para el Scratch, lograda por Haroldo, amilanó a los dirigidos de Mario Spadaro. Porque restando sólo 50 segundos, un remate de Osvaldo Rodríguez estableció el 3-3 definitivo que tiñó con un ánimo de velatorio el ambiente en el gimnasio santista.
“El gol del empate lo merecíamos mucho antes. Nadie puede decir que fue suerte. Yo mismo había disparado al arco. La pelota rebotó en el poste y la golpeó (Eduardo) Tapia. Pero el arquero Xixa atajó en forma insólita. ¡Esa es suerte!”, señalaba el joven atacante viñamarino tras el final del cotejo; mientras que Mario Spadaro sintetizaba que “bien se pudo alcanzar el triunfo, pero estamos satisfechos con este empate ante el dueño de casa”.
Por su parte, el árbitro nacional Jorge González, presente en el evento, agregaba que “a nuestros muchachos les sobró personalidad y se echaron al bolsillo a la torcida brasileña, que no podía conformarse con el empate”.
No se pudo cobrar revancha total de lo sucedido en Puerto Rico, tal como lo había esbozado Eduardo Tapia en la previa, pero se había dejado constancia que Chile no sería comparsa como habían anticipado los especialistas.
BRASIL 3-3 CHILE
Brasil: Xixa; Guedes, Silvio Azevedo; Haroldo y Moacyr Junior –cinco inicial-
Chile: Jaime Cabello; Arturo Salvatierra, Eduardo Tapia; Osvaldo Rodríguez y Francisco Miranda –cinco inicial- Sandro Pifferi, René Muñoz y Mauricio Sabotier.
Goles: primer tiempo: Guedes (Bra) y Haroldo (Bra). Segundo tiempo: Eduardo Tapia (Chi, 2), Haroldo (Bra) y Osvaldo Rodríguez (Chi)
Cancha: Club Internacional de Regatas, Santos.