La rama de hockey del club Universidad Católica se formó el 10 de marzo de 1943 gracias a los ímpetus del estudiante yugoslavo Vadja Kolombatovic, hijo del embajador balcánico en nuestro país –en ese entonces- y que había sido seleccionado de hockey sobre hielo por su nación natal.
La iniciativa de aquel joven europeo se vio favorecida por el Decreto 230 que estableció que todo alumno universitario que fuera deportista no podía jugar por otro equipo que no fuera el de su Casa de Estudios.
Esa legislatura provocó, en su momento, asomos de recelo de clubes que sentían que se les pasaba a llevar con este reglamento al posibilitar la emigración de sus figuras. Y esto ya se había sucedido en otras disciplinas como el fútbol y el básquetbol.
De esta manera, en el ejemplo más patente sucedido en el hockey, Freddy Sabaté, quien era el referente principal en el Chile Hockey Club, comenzó a vestir la camiseta blanca con la franja azul ya que había ingresado a la carrera de Química. El primer plantel cruzado lo formaban, además de Sabaté y Kolombatovic, los hermanos Corón, Oliveira y Sottovia que, como el resto de los nacientes equipos, jugaba sus partidos todos los domingos en la Plaza de la Libertad, frente al Palacio de La Moneda.
Sólo en 1946 el representativo dela franja comenzó a disputar la supremacía del hockey capitalino que ostentaba el equipo de Badminton. Esto, porque recibió en sus huestes a los referentes del Estudiantil de Independencia -el otro grande de esos primeros años- que desapareció de escena. De esta manera, se calzaron la camiseta universitaria los jugadores Domingo Tunzi, Ignacio Spadaro, Benito Diez y Juan Rojas.
En aquella temporada la UC inscribió su primer título capitalino tras apretada disputa con Colo Colo, a la sazón campeón vigente. El partido final entre ambos cuadros, jugado en noviembre, fue de alta tensión. “Más fogosos los albos, más técnicos los estudiantes. Cada encuentro era temido por ‘moros y cristianos’, para no decir también la policía y los dirigentes de aquel tiempo” se escribió tras la victoria 2-1 de los universitarios.
Aquel pleito tuvo condimento extra porque apenas finalizó lo estrictamente deportivo, comenzó una batalla campal entre jugadores y parciales de ambos representativos, ante lo cual ”la policía resultó insuficiente para contener a los más fogosos”.
Dos años después, Universidad Católica nuevamente celebró ya que tras caer en la definición del Torneo de Apertura ante Palestino, se adjudicó el Torneo Relámpago de octubre (8-4 a Banfield de Yungay, 6-3 a Palestino y 4-2 a Colo Colo) y remató con su segundo trofeo metropolitano al vencer, en la última fecha, a los albos.