A lo largo de la historia de nuestro deporte se han sucedido interesantes pleitos que trascienden más allá del simple resultado. Ya fuera por rivalidad, por vivir en el mismo sector, por representar a determinada colonia la actividad hockística nacional también exhibe en sus almanaques tradiciones enfrentamientos. Son los Clásicos, algunos de los cuales repasamos a continuación.
* Clásico Universitario: Con el ingreso de Universidad de Chile y Universidad Católica a la competencia de la Asociación Santiago, en 1943, además del duelo eterno entre ambas casas de estudio se trasladó también -a la cancha que se improvisaba frente al Palacio de La Moneda- todo el espectáculo que los dos clubes personificaban cuando se enfrentaban en otros campos de juego, las nunca bien ponderadas copuchas. Curiosamente, cuando en la década siguiente este cotejo se mudó a los embaldosados propiamente tales, como Santa Laura o el Estadio Chile, la tradición de aquellos shows se fue perdiendo en forma paulatina.
* Clásico Colo Colo vs. Universidad Católica: En la segunda mitad de la década de los 40 fue el gran choque del hockey chileno. Y eso de choque era literal, porque la reciedumbre que aplicaban ambos cuadros era mayor a la que se estilaba en un partido normal. Se llegó a decir que, incluso, cada vez que enfrentaban a la UC el remate del disco por parte de los hermanos Del Castillo –los referentes albos- era más letal. El clímax de este choque fue la definición por el título de 1948, que los cruzados ganaron 2-1 y que culminó con una batalla campal, que incluyó a espectadores presentes en el borde de la cancha frente a La Moneda, y en donde algunos jugadores terminaron con vistosas heridas de guerra.
* Clásico de Colonias: El eterno duelo entre los hijos de la Madre Patria, representados en Unión Española, y los herederos de quienes llegaron desde la península itálica, con Audax Italiano como estandarte, también tuvo su versión con patines y chuecas. Este pleito tuvo poco episodios porque cuando los audinos entraron en la escena hockística criolla en 1950, el equipo hispano estaba en sus últimos tramos.
* Clásico del Riel: A principios de los años 50 se toparon en la competencia de la Asociación Santiago el cuadro de Ferrobadminton, identificado con la empresa de Ferrocarriles, y Maestranza Central de San Bernardo, representante de aquel establecimiento ferroviario en la zona sur de la capital. El nombre Clásico del Riel es más que reflejo.
* Clásico de Peñaflor: En la versión 1951 de la competencia santiaguina coincidieron dos elencos de aquella localidad capitalina: el Deportivo Peñaflor, formando por estudiantes de dicha ciudad, y el Victoria, cuyo máximo referente es Jorge Torreblanca. Al año siguiente jugadores de ambos cuadros emigraron a la recién formada rama de hockey del club Thomas Bata.
* Clásico Thomas Bata vs. Audax Italiano: El Superclásico, el gran choque del hockey chileno en toda su historia. No en vano, entre 1954 y 1969 fueron los dos equipos más poderosos de la escena local, repartiéndose el primer y segundo lugar de la tabla tras cada final de temporada en el mencionado lapso. La rivalidad entre ambos se acrecentó porque la Selección Chilena, prácticamente, se armaba con elementos de ambos clubes lo que refrendaba que era el pleito donde se enfrentaban los mejores hockistas del país. Por el lado de Audax, los hermanos Alfonso y Mario Finalterri, Carlos Pellegrini, Jorge Cordero, Eugenio Silva y Eduardo Gamboa, entre muchos. Por el lado de Bata, los hermanos Luis y Carlos Soto, Mario Meza, Alfonso Erazo y Hugo Valdivia. También, con militancia en ambos cuadros, Roberto Vargas, Wilfredo Bendeck y el ya mencionado Luis Soto. Era tal la efervescencia entre sus hinchas, que alguna vez cuando Audax logró vencer en Peñaflor la liebre que transportaba a sus jugadores recibió elementos contundentes a modo de recuerdo por su visita. Tal cual…
* Clásico Audax vs, León Prado: Este choque nació a principios de la década de los 60 cuando los irreverentes jóvenes que componían el equipo de honor leonpradino se paraban de igual a igual ante los experimentados audinos. A partir de ahí, este pleito era sinónimo de chueca brava. Sobre todo, en el duelo particular que animaban Alfonso Finalterri y Gastón Madariaga, quienes siempre se llevaban un recuerdo del otro cuando culminaban los 40 minutos de juego. Ya en los años 70, sobre todo en 1974 y 1975 cuando el quinteto de San Miguel se llevó el título metropolitano, la rivalidad se acrecentó. Incluso, se pedía apoyo de Carabineros para cuidar la seguridad tanto en la cancha de Tocornal como en Gran Avenida. Es más, cuenta la leyenda que los días martes, cuando se armaba la programación del fin de semana, si jugaban estos dos equipos el resto de los clubes pedía jugar el sábado para poder ir a presenciar este choque el domingo.
* Clásico Italiano: Otro choque perteneciente a la década de los 70. Más allá de quien ganara entre Audax y Stadio, siempre había diferencia de opinión entre los jugadores de ambos equipos. Diferencias que se resolvían en la cancha… y no jugando hockey, precisamente. Cada vez que se enfrentaban, había seguridad que el árbitro de turno iba a expulsar a alguno de los diez que alineaban en el embaldosado.
* Clásico Manuel de Salas vs. Thomas Bata: En los 80 este pleito fue una remembranza del clásico duelo de los batinos con Audax. Por la sencilla razón de que ambos cuadros eran los que dominaban la escena local, teniendo en sus quintetos a la mayoría de los seleccionados. Por el lado de los liceanos, a José Antonio Espinoza, Arturo Salvatierra, Mauricio Dinningham, Rodrigo Muñoz y Osvaldo Rodríguez. Los zapateros, a su vez, lucían a Jaime Cabello, Ramón Méndez, Francisco Miranda y Eduardo Cleveland. Cada vez que se topaban había garantía de chueca fuerte sin anestesia.
* Clásico Sanmiguelino: Uno de los últimos clásicos que se disputa es el que animan León Prado y Estudiantil San Miguel, por la residencia de ambos clubes en la comuna del Arcángel. También entra a tallar en esta serie Llano Subercaseaux, que también está afincado en el mencionado municipio.