A partir de este sábado, la ciudad de Iquique será el centro de atención del hockey femenino al albergar la XIII versión del certamen de la categoría. Tierra de épica, con olas que guardan un pedazo heroico de la historia de nuestro país pero también que invitan al turismo para disfrutar de las bellezas que se recuestan sobre el cerro Dragón.
Patines y Chuecas ya está instalado aquí, en la capital de la Primera Región, acreditado para cubrir en terreno el mencionado campeonato. Queremos ser testigos directos de lo que suceda en el embaldosado de Playa Brava el que, hay que decirlo, luce imponente. Con el estilo que ustedes conocen, el de la crítica atildada pero constructiva, el del reporteo riguroso, el de la entrega del dato duro.
En la víspera ya nos hemos encontrado con algunos amigos y nos hemos hecho de otros. Todo eso fluye natural, porque hablamos todos el mismo idioma, el hockístico.
Todo calza en un marco, podríamos decir, perfecto. Porque son veinte años ya desde que comenzó la aventura de las damas en este tipo de torneos. Son diez también desde el memorable 7 de octubre cuando en el inconsciente colectivo se quedó grabado, endeble, el apodo de Las Marcianitas.
Ahora es una nueva generación. Claro, está el aporte de la experiencia de Puertas, Urrea y Tapia. Pero ya la nueva camada sorprendió a todos hace dos años con el bronce en Tourcoing. Es el momento, entonces, para que apellidos como Flores, Gaete, Donoso, Berloffa, Hidalgo, Zúñiga y Tapia -ilustre en la historia del hockey chileno- confirmen los galones ganados en los últimos meses, tanto a nivel personal como grupal.
Estamos en Modo Mundial. Somos Patines y Chuecas en el Mundial de Iquique…
Atte.
Jorge Rodríguez C.