Al término del primer tiempo todo parecía sentenciado con un 4-0, con un quinteto lusitano prácticamente listo en Semifinales. Habían sorteado bien la marca rival -sobre todo, Marlen Sousa a quien le habían puesto doble marcaje-y lucido con su despliegue y remates a portería.
¿Qué pasó en el complemento? El quinteto luso se relajó. Eso fue suficiente para que las teutonas comenzaran a remontar. De partida, aplicaron marca zonal en rombo, para cubrir mejor los costados.
Fue así que se fueron acercando en la cuenta. Sin embargo, Portugal tuvo la opción de abrochar el resultado con un servicio libre que desperdició Sofía Silva y un penal de Rute Lopes. Habría sido 5-2 y para la casa.
Para peor de las ibércas, acusaban cansancio ya que tienen un equipo corto en el sentido de contar con muchas variantes desde la banca. Y el cansancio entre las titulares se fue mostrando cada vez más. Cansancio mezclado con rabia e inquietud por lo que estaban pasando.
Nadie presente en el Mecano de Playa Brava pensó en lo que estaba presenciando. Era el nuevo Milagro Alemán. Y por físico, parecía estar en mejor pie el representativo germano.
Para agregar más dramatismo al tema, Rute Lopes otra vez desperdició un servicio de pena máxima desde los 5,40 metros. Antes, un remate de Maren Winchardt había dado en le vertical de la portería lusa.
En ese escenario, apareció la que marca la diferencia. Porque Marlene Sousa recuperó y con un tiro entre sus piernas desahogó a su equipo de la angustia reinante y lo puso en la ronda de los cuatro mejores.