Aprovechando la realización de la primera versión de la Copa Fernández de Retana, fundador del hockey del León Prado, iniciamos una serie de crónicas donde intentaremos abarcar el máximo de nombres de dirigentes y entrenadores que, con su particular aporte, fueron dando forma a lo que es esta disciplina en nuestro país desde sus comienzos hace 81 años. Una suerte de galería de los Padres del Hockey Chileno. Se apela en las siguientes líneas al máximo de objetividad y rigurosidad histórica para destacar a estos próceres de los patines y chuecas.
* Enrique Quinteros: Nombre muy poco conocido, pero que debiera ser considerado como quien inició todo esto. Porque este porteño fundó en 1935 el primer club formal del hockey chileno: el Indian’s Club de Valparaíso. Ya que, la verdad sea dicha, este deporte en nuestro país nació en el puerto principal luego de la disputa, según la leyenda, de un improvisado partido en la Plaza Sotomayor entre un grupo de entusiastas patinadores locales y un grupo de tripulantes de un carguero que traía importaciones desde Chicago.
El Indian’s Club -guiado por Quinteros- propició a la difusión de la nueva disciplina en las localidades cercanas como Viña del Mar, Quillota y Quilpué. Indirectamente, este club -cuya existencia fue hasta 1942, cuando se transformó en la rama de hockey del club Everton- también permitió que el nuevo deporte se contagiara entre algunos mozalbetes santiaguinos, sobre todo los que vivían en el sector de La Chimba -actual zona de Recoleta-.
* Enrique Parra: Desde sus comienzos, el hockey chileno –cuando se golpeaba un disco de madera- mostró ordenamiento táctico incluyendo marcación zonal y hombre a hombre, quiebres de jugadas y salidas en bloque. Tales aplicaciones se tomaron prestados del básquetbol, gracias al aporte del club Estudiantil de Independencia que contó con el aporte de Enrique Parra. Este nombre, quien cumplía labores como entrenador en el club Barcelona de aquel barrio, llegó al incipiente deporte de los patines por una petición de los nóveles hockistas que eran vecinos suyos.
Parra asumió las similitudes entre el hockey y el basquetbol –dimensiones casi iguales de la cancha, número de jugadores de campo- por lo que los diagramas que utilizaba bajo los aros los trasladó al campo de juego de los patines. De esta manera, por ejemplo, cuando los jugadores del Estudiantil tenían el disco a su disposición protagonizaban cambios de ritmo y coberturas de espacios; pero cuando perdían el implemento retrocedían a su campo para forma la “zona”. El resto de los equipos muy pronto comenzó a imitar lo que hacía el Estudiantil, por lo que sin pretenderlo la disciplina comenzó a desarrollarse en el terreno de los sistemas. Gracias a Parra.
* Sergio Grez: Bajo el escenario que estableció en la década de los 40 el llamado Decreto 230 -que estableció que todo alumno universitario que fuera deportista no podía jugar por otro equipo que no fuera el de su Casa de Estudios-, Universidad de Chile pudo dar forma a su rama de hockey en septiembre de 1942, “a petición expresa de numerosos universitarios”, encargándosele su mando al “entusiasta estudiante” Sergio Grez.
Gracias a la labor de Grez se produjo el ingreso a la competencia metropolitana del representativo de la Casa de Bello, que encarnó -junto a la entrada de Universidad Católica- el espaldarazo que la incipiente actividad necesitaba para comenzar su definitiva consolidación.
* Vadja Kolombatovic: La rama de hockey de Universidad Católica se formó el 10 de marzo de 1943, gracias a los ímpetus de ese estudiante yugoslavo. Hijo del embajador balcánico en nuestro país de aquel entonces-, Kolombatovic había sido seleccionado de hockey sobre hielo por su nación natal. Sin embargo, retornó a Europa al año siguiente por lo que la dirección del club la heredaron Luis Sottovia y Freddy Sabaté.
* Próxima entrega de los Padres del Hockey Chileno: Oscar Ahumada Ibacache, Rafael Casali, Elías Reyes y Cipriano Fernández de Retana.