Charla Sin Patines: Boris Pontigo García

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Es el locutor sobre patines. Un flemático, transmite pasión al relatar un partido de hockey, una rutina de patinaje artístico o alguna carrera en patines. Su voz es inconfundible. Prácticamente, se podría decir que es parte del inventario de las disciplinas de las pequeñas ruedas. Es Boris Pontigo, quien nos habla emitiendo interesantes y sinceros conceptos.

Comencemos aclarando un mito, Boris… ¿Es verdad qué usted fue el autor intelectual de llevar a la barra de Los de Abajo a la final entre Universidad de Chile y Manuel de Salas, en 2001?

-Ese fue un gran campeonato. Y antes de la final, fui donde el doctor (René) Orozco (n. del a.: presidente de la Corfuch en esos momentos) para que nos apoyara. Ahí conocí a Arístides Castro, quien se ofreció a dar una magia para asustar un poco al rival. Efectivamente, se ganó ese primer partido pero se perdió luego en alargue en la pista del León Prado. Salimos como institución en el diario El Mercurio y en La Tercera, siendo el primer equipo de hockey-patín en conjugar una barra de fútbol con nuestro deporte. Recuerdo de esos tiempos al presidente de la rama, Eduardo Tello y al técnico Eduardo Flores, el Káiser. Años después, la U ganó el Metropolitano con camisetas prestadas por el equipo de fútbol y por el doctor Orozco.

-O sea usted es amigo del doctor Orozco…

No amigo. Sólo fui a la sede de la U, lo llamé al Hospital, le pedí unos minutos y le hablé de toda la historia de la U en el fútbol y me pasó todo confiando en mi palabra. Fue una gestión de pasión y cariño, sólo eso.

-Ya en el plano en que se le conoce, ¿cómo se dio esto para ser el locutor sobre patines?

-Mi hija, Valentina Pontigo Morales, entró como arquera, junto a su hermano Sebastián Pontigo Morales en el 2002. En el primer partido que jugaron no hubo bulla, no hubo nada. Había sí un micrófono. Así que tomé la planilla con los nombres de los chicos de ambos equipos, que eran de Escuela, y los anuncié. Fue, más que nada, para motivarlos. Pero a partir de ese momento nunca más solté el micrófono. De hecho, tenía algo de experiencia en algunos programas en los que participé en radio Umbral y Nuevo Mundo. Esa fue una época en que sólo iba por un sándwich y una bebida. Era el año 1988, yo tenía 19 años.

-Experiencias radiales en tiempos complicados para esas emisoras… ¿o no?

-Sí, pero yo iba como invitado, como amateur. Es verdad que en esta carrera tengo sueños postergados, pero también hay momentos inolvidables como cantar los goles de las Marcianitas en el GOM. Mientras animé todo para la Marcianitas todo se ganó. En el único certamen que no estuve fue en el Mundial de Iquique.

-Ya hablaremos de Iquique. Vamos por orden, porque cuéntenos cuándo fue el momento en que se propuso dedicarse por entero a la animación en los partidos. ¿Fue ese mismo día en que jugaban sus hijos?

-Creo que así fue. Mis hijos, en todo caso, ya no son jugadores activos. Pero hoy cuando viene un chico que me dice ‘gracias tío cuando canta mis goles’ siento una energía que no me permite, hasta ahora, dar un paso al costado. Más aún cuando comencé a apodar jugadores, clubes, historia… Eso sí, no puedo vivir de esto. Sería mi sueño pero cada minuto, cada etapa, lo vivo como si fuera el último.

-De todos los apodos que ha creado, ¿cuáles son sus favoritos?

-En el hockey tenemos El Maestro y El Fenómeno para referirme a Nicolás Fernández. El Samurai era mi hijo, porque el Sebita no perdonaba en el área. Nicolás Carmona es el Valiente y Temerario. Nicolás Flores es el Francotirador, mientras que su hermana Catalina es la Princesa del Gol y su padre, El Kaiser. El portero de Bata, Diego Molina, es La Araña; mientras que el arquero de León Prado, Mathias Escudero, es el Gladiador. Felipe Castro es el Arcángel.  Eso por nombrar a algunos.

“Sobre los lugares, la cancha del Bata es el Cementerio de Elefantes; y el GOM es La Catedral del Patín. El Patinódromo del Parque O’ Higgins es el lugar ‘Donde Comienzan los Sueños’. Y a María José Moya le decían Pepa, pero apenas la vi y relaté uno de sus records ahora es Pepita de Oro.

“Si hubiera patentado cada apodo quizás dónde estaría” (Risas)

-Del hockey usted pasó a relatar en el patín-carrera y en el patinaje artístico. Sobre todo, el patín-carrera donde es prácticamente de su inventario. ¿Cómo se dio esa opción de abarcar las tres disciplinas del patín chileno?

-Lo recuerdo como si fuera hoy, fue en julio de 2010. Me llevó Jorge Fernández a probarme en unas pruebas en el Parque O’ Higgins. Tomé el micrófono algo tímido porque vi a cada deportista, cada color de club distinto al hockey. Comencé anunciando con voz lenta dije ´comienza la primera carrera de escuela’ sin conocer a los clubes ni sus colores. Pero tomé confianza y animé al público. A los 15 minutos comencé a transmitir como si estuviera en la hípica, coordiné colores y números. ¡Estaba todo listo! Dije algo así como ´partieron… primero, Diego Portales… segundo, viene trepando Ruedas de Fuego… la número 40 atropellando en los últimos metros…’ Desde ese momento no me soltaron más. Y al año siguiente ya estaba haciendo lo mismo en el Campeonato Nacional. De ahí sumé Mundiales, Sudamericanos y Opens. A priori, calculo que llevo unas 3 mil locuciones entre partidos de hockey y carreras. Hay muchas historias.

-Todo un record. Antes que se quede en el tintero, se dice que los locutores con el micrófono son de una manera, pero cuando no están transmitiendo son más tranquilos. ¿Usted se transforma cuando asumes el rol de locutor o esa pasión que transmite la aplica en su vida normal, también?

-Trato, me cuesta un poco. Pero escuchar un aplaudo o un deportista de estas disciplinas que me salude y me agradece es impagable. Es evidente que en cada relato que hago me transformo en una suerte de máquina de motivación y fuerza. Pero en la casa, si grito mucho o estoy hiperventilado me desconectan rapidito  (risas).

-Volviendo a su carrera como locutor, ¿el Mundial Femenino del 2006 fue el punto más alto de su trayectoria, hasta el momento?

-Mira, aquí quiero hacer una reflexión humana, de la capacidad de dar vuelta un cementerio. Porque eso fue el GOM cuando Chile perdía con Portugal en la semifinal. Antes de comenzar el segundo tiempo, cuando las Marcianitas perdían 3-1, metí el protocolo en mi bolsillo y le pedí al público presente que demostrara qué tan chilenos éramos porque que me sentía más visita que local. A partir de ahí, en cada jugada, a cada momento la gente gritaba y las chicas demostraron en la cancha lo que valían. Eso demostró que tenemos grandes jugadores que quieren escuchar al público. Que hay que vibrar y morir con todo. De ahí nació la frase ‘todos sumamos, nadie sobra’. Portugal reclamó, también Argentina y Alemania. Pero la gente del FIRS me felicitó y me dijeron en el entretiempo que hiciera lo que quisiera.

-Al final, Chile lo dio vuelta y ganó 4-3. Y Constanza Reyes contuvo un penal en el final…

-Sí, tal como lo dices. Pero aparte de la Cony, se lucieron Pancha Puertas, la Flaca de Oro; unida con las invencibles hermanas Urrea que son de otro planeta. Ese día canté ese último gol de tal manera que mi garganta, literalmente, se hizo mierda (sic).Pero también me bajaron lágrimas. Soy creyente y lo dije. Después de eso dije que Chile sería el campeón.

-Y se cumplió su anuncio… con Gol de Oro…

-Lo recuerdo hasta hoy ese momento, el control de Fernanda Urrea, el pase con su hermana Roberta, el centro, la volea en el aire. Chile campeón. Soy un agradecido, porque animé todos los partidos en que jugaban las Marcianitas. Copa América, Copa Confederaciones, la Joan Sabater, los Open. Grité y vibré entregando cada copa al primer lugar que obtenía el equipo chileno. Disfruté cada momento… pero me faltó Iquique.

-Justamente, se extrañó su presencia en Iquique. De hecho, no hubo anuncios de alineaciones en ningún partido. ¿Qué pasó? ¿Por qué no viajó?

-No había dinero para llevarme, según se me dijo en algún momento. Pero tampoco se vieron las ganas. Yo creo que tenemos tremendos dirigentes y entrenadores, pero si la perfección y el poder te nublan es una bomba de tiempo

-¿Siente qué no hubo voluntad para llevarlo al certamen?

Quizás, no lo sé. Y en realidad, a esta altura, la historia dice que todos me extrañaron, todos preguntaron por mí. Serán otros los que juzguen, yo no…

-Se intuye que esas muestras de apoyo compensaron el mal rato vivido…

-Siempre, no hay duda. Pero tampoco no fue un mal rato. Mi mejor motivación es cuando una campeona, perdón, una bicampeona del mundo como María José Moya viene, te abraza y te dice que quiere fotos y vídeos con nuestro animador del patín Eso no tiene precio. O la Cata Flores cuando me dice ‘¡Grande Boris!’ o el Nico Fernández cuando me señala ‘gracias por el apoyo1. También, las hermanas Flores del patinaje artístico o Francisca Cabrera Antoine que también agradecen.

-Además, usted es un privilegiado porque está en la primera línea de las tres disciplinas. Con esa atribución, ¿qué figuras promisorias destacaría?

-En el hockey, a Cata Flores y Maca Ramos. También a Recondo, del Sagu; Felipe Castro y Gabriel Tudela, de León Prado; y a Matías Zúñiga, en Estudiantil San Miguel.

“En el patín carrera, a Javiera Vargas, Nicole Ulloa, Fernanda Muñoz y a la chica Alvarado del club Fénix

“Y en el patinaje artístico hay muchas figuras promisorias. Pero me quedo con la más pequeña de las hermanas Flores, Mailén.

“Aprovechando, quiero destacar a algunos árbitros y jueces también. A Claudio Bórquez en el hockey, que se le extraña. Destaco entre los nuevos a Juan Villarroel, quien tiene pasta de profesional. Ojalá vuelvan Osvaldo Berríos y Cristian Zeiss, integrantes de una camada perdida en la que se lleva el peso Isidro Martínez. Que no se me enoje don Lucho Reyes, pero el recambio a veces sirve y si es en equipo, mucho mejor. Del patín carrera, Samuel Minzer, quien ha destacado a nivel nacional e internacional. Pero también es un educador y creador de futuras generaciones. También agrego a Eladia Rivera y Alfredo O’ Conell”.

-¿Algún deseo aún no cumplido en los deportes de los patines?

-Desde mi sector de animador sólo hay gracias a cada uno, incluyendo los que te demuestran su cariño. A cada deportista y dirigente. Pero si se trata de sueños postergados, me gustaría ver un patín gigante en la comuna de San Miguel. Y una chueca gigante, en el lugar donde fuimos campeones del mundo. También, armar una gran maratón de patines y yo ir, al lado, en una camioneta animando.

“Agradezco a mis hijos Valentina, Sebastián, Benjamín y a Patricia, su gran madre por soportar y apoyar este sueño hecho realidad. Lo que sí, espero que algún día podamos tener más deportistas, quizás becados con proyectos pagados para tener chicos y chicas que quieren estar y no tienen el dinero para hacerlo.

“Gracias también a la Federación Chilena de Hockey y Patinaje. Especialmente, al único que me ha apoyado incondicionalmente, don Guillermo Mora. Él es uno de los que cara a cara dice sí o no, sin irse por las ramas.

-¿Algunas palabras para finalizar?

-Un feliz 2017. Y sigamos viviendo sobre patines y chuecas, bendita pasión. Se los desea Boris Pontigo García, siempre más allí del horizonte. Y si necesita algún locutor, llámeme al 5-4139546.

0 comentarios sobre «Charla Sin Patines: Boris Pontigo García»

  1. Boris debería escribir un anecdotario del Hockey Patín desde su inicio “locuteando” hockey en la cancha de la U de Premio Nobel. Un gran aporte. Cuando llevo a Los de Abajo a la pista hasta el estaba asustado. Tiene y ha sido testigo de mil anécdotas , de todo tipo. Quizás debiera escribir una anecdotario o una columna sabrosa de anécdotas en vuestra web.
    Francisco Carmona

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