Hace 34 Años Argentina Ganaba Su Segundo Mundial

La victoria sobre Italia se ha consumado. Mario Rubio, en primer plano, y los demás se abalanzan sobre Mario Agüero, autor del doblete que aseguró el título hace 34 años. (Foto Vía Unifax)

El hockey-patín trasandino conmemora este jueves una de sus más grandes gestas, el de la consecución de su segundo título mundial en la ciudad italiana de Novara. Fue el 21 de septiembre de 1984 cuando, con dos goles de Mario Rodolfo Agüero, la Albiceleste venció al quinteto local –la generación de Pino Marzella dirigida por Gianni Massari- asegurando el trofeo supremo.

Mundial que fue el primero que tuvo descenso a la Serie B, del cual el representativo chileno se libró gracias al oficio de los Salvatierra, Rodríguez, Espinoza, Dinningham y todos los demás.

Por ello, reproducimos a continuación la crónica alusiva que este jueves publicó el diario El Zonda de San Juan, redactada por Daniel Tejada, uno de los periodistas especializados en hockey-patín más destacados del medio. Las fotos que acompañan este artículo en nuestro portal son las que en esa época ochentera llevaban el mote de Vía UniFax.

Titulada Hace 34 años, Argentina ganaba su segunda Copa del Mundo en Novara, la nota histórica es la siguiente:

El seleccionado argentino que armó el por aquel entonces debutante Miguel Gómez para afrontar la Copa del Mundo de 1984 quedó en la historia como uno de los mejores de todos los tiempos. No sólo porque conquistó la medalla dorada con una fecha de anticipación, sino porque además le ganó por primera vez a las otras potencias en un mismo torneo. Y también porque por primera vez en 16 participaciones internacionales conseguía dar la vuelta olímpica fuera de casa.

Argentina no tuvo problemas para golear a los alemanes en el debut por siete a dos, con tantos de Daniel Martinazzo (3), Agüero (2), Rubio y Luz. Y tampoco para superar, en la segunda presentación, al por aquel entonces poderoso equipo norteamericano con anotaciones de Agüero (2) y Rubio.

Un día más tarde, con tantos de Daniel Martinazzo (2) y Mario Rubio, Argentina le ganó tres a cero a los brasileros. No obstante, la diferencia que existió en la pista fue aún mayor pero todos coincidieron en que había que conservar energías para el siguiente partido. Que no era precisamente uno más. Era, nada más y nada menos, ante el siempre complicado Portugal.

En ese Portugal ya no estaban Chana, Sobrinho y el arquero Ramallethe, por citar algunos. Pero habían surgido otras figuras con notables condiciones como Bruno, Vitor Hugo, Leste y Rocha. Sin embargo, Argentina logró imponer su estilo y terminó ganando por un ajustado cuatro a tres. Mario Agüero (3) y Daniel Martinazzo anotaron los goles.

En las dos próximas fechas, Argentina se afirmó con triunfos y llegó fuerte anímicamente al duelo contra los españoles. Primero le ganó a Suiza siete a dos, con goles de José Martinazzo (4), Luz, Rubio y Agüero. Y después, por tres a dos a los chilenos. Daniel Martinazzo fue el goleador de ese encuentro.

Italia y Portugal, como siempre, fueron dos de las enconadas vallas que los argentinos tuvieron que superar. La foto muestra el duelo entre azzurri y lusitanos, que terminó 5-4 a favor de los locales.

España venía de perder con Estados Unidos (3-2) y Chile (5-2). Sin embargo, aunque esta vez no contaba con Trullols y Vilapuig –se habían retirado de la competencia internacional-, siempre se tornaron en huesos difíciles de roer. Y esta vez, obviamente, no fue la excepción. Pero finalmente triunfó el talento y la garra sudamericana por tres a dos. Daniel Martinazzo (2) y Mario Agüero anotaron los goles.

Un día más tarde, Argentina podía darse el tremendo gusto de dar la vuelta olímpica. Pero para ello tenía que vencer al anfitrión Italia, que tenía entre sus filas a una legión irrepetible: Giusepe Marzella, Barsi, Del Lago y Girardelli, entre otros.

El partido, que se jugó un 21 de septiembre, no venía bien para los albicelestes. Italia era una máquina bien aceitada y no dejaba de darle trabajo al arquero sanjuanino Oscar Hidalgo. Entonces, de tanto insistir, Barsi abrió la cuenta y todo el estadio se vino abajo. El local estaba ganando y comenzaba a soñar con ese título que no conseguía desde Ginebra 1953.

Argentina no se desesperó y antes de irse al descanso, con dos goles del “Gordo” Mario Agüero, pasó al frente. Y en el complemento, con una escuadra azurra herida en lo más profundo, Hidalgo se convirtió en una muralla infranqueable. Tan así fue que algunas publicaciones hablaban de que en el arco argentino estaban la muralla china y el muro de Berlín juntos.

La consagración ya era un hecho. Pero quedaba un partido y Argentina no falló. Le ganó uno a cero a Holanda, con un tanto de Fredy Luz. Y después sí, rienda suelta a toda esa alegría contenida. Argentina, esa selección Argentina, se instalaba definitivamente en la galería de los grandes equipos de todos los tiempos.

El plantel. El equipo campeón estuvo integrado por los porteros Oscar Hidalgo y Gustavo Bueno más los jugadores de campo Ángel Maldonado, Mario Rubio, Jorge Luz, Daniel Martinazzo, Mario Agüero, José Martinazzo, Carlos Coria y Pablo Cairo. Todos dirigidos por Miguel Gómez.

El oficio y calidad de los seleccionados chilenos sirvió en Novara. De izquierda a derecha, Osvaldo Rodríguez, Oscar Ahumada, Mauricio Dinnigham y el capitán Arturo Salvatierra. Atrás se asoman Eduardo Cleveland y Rodrigo Muñoz.

La suerte de Chile. Mientras los trasandinos celebraban, la Roja se salvó de descender sólo en la última fecha tras pasar altibajos no sólo en el torneo sino que desde mucho antes. Altibajos que incluyeron despido del cuerpo técnico, disputas con los dirigentes y muy pocos partidos de preparación. Sólo los jugadores lograron salvar la situación en terreno. Más detalles de la campaña chilena en Novara, en el siguiente link.

Chile tuvo que sobreponerse a sus propios inconvenientes para mantenerse entre la élite del hockey mundial. En la foto, el épico partido ante Holanda el cual, tras ir perdiendo 3-0, los nacionales lo dieron vuelta para vencer 4-3.

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