… y Lo Impresentable de 2018

Lamentablemente, todo tiene dos caras. Y fueron los dirigentes los que no estuvieron a la altura de las circunstancias. Lo hecho por su “labor” nuevamente movió a debate entre los críticos, los que los defienden y los que guardan silencio.

Los incidentes en la cancha Las Marcianitas. Lo ocurrido el 25 de marzo, en la semifinal masculina por la Copa Federación que disputaron Universidad Católica y Sagu, nunca más debe repetirse. Peor aún, el numerito se viralizó a través de redes sociales, lo que agravó el tema además de sanciones que no se condijeron a los acaecido. En un tono más lúdico, dio para bromas como el hecho de que, además de los partidos, también se iban a programar luchas de la WWE. El caso concreto es que, reiteramos, nunca más una escena así. ¡Nunca más!

El enredo por el Torneo de Clausura en la Liga de Honor. Cuando se aprobaba que el Apertura contara con 10 equipos, con partidos en cada localía, la ocurrencia de que el Clausura se disputara en dos grupos en apenas dos meses además de que el equipo femenino cuyo par masculina descendiera también perdería la categoría fue, por decirlo suave, impresentable. Los propios jugadores –los protagonistas del certamen- solicitaron una reunión con la Federación para presentar sus propuestas pero aún no reciben respuesta. Mal ahí los dirigentes, otra vez.

La polémica con los árbitros. La solicitud de renuncia al profesor de los árbitros, Luis Reyes –con posterior voltereta de los dirigentes- y la suspensión del curso, por decisión de la Federación, que debía impartir el propio Reyes para aumentar el contingente de referís fue otra actitud nada de destacable de la dirigencia.

La ausencia de equipos chilenos en el Sudamericano de Santos. Poniendo a prueba nuestra capacidad de asombro, la Federación se anotó con otro numerito al no visar la participación de nuestros representativos en las citas continentales de clubes, con escenario en la ciudad paulista. Lo insólito es que el principal argumento esbozado por los dirigentes era que los equipos chilenos estaban clasificados para el Panamericano y no al Sudamericano. Y aunque la World Skate America reconoció el carácter oficial del certamen, los directivos chilenos siguieron en la suya.

La insólita suspensión a las hockistas campeonas. El capítulo posterior a Santos fue la “sanción” –tal cual, entre comillas- aplicada a Vanessa Jamett y Josefina Faure, por haber jugado el Sudamericano y logrando el título con Concepción PC. Lo insólito es que las hockistas tenían la autorización de su club –Estudiantil San Miguel- y de su Asociación –San Miguel- además de llevar los correspondientes documentos a la Federación, que argumentó que ese trámite debía hacerse con 15 días de anticipación. Hasta hoy, ambas jugadoras están en el limbo porque la “sanción” no estipula ni fecha de inicio ni de término. Lo peor es que con su accionar, los directivos le impidieron a Vanessa y Josefina jugar con el Azul de Villa Mallea en la Copa Intercontinental. No hay duda, este es el gran numerito del año de parte de los dirigentes.

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