Falleció Manuel Llorens

El Huaso fue campeón sudamericano en 1966.

Nuevamente, el hockey chileno está de luto tras confirmarse este sábado el deceso de Manuel Llorens Martínez, referente de la disciplina en la década de los 60 y 70 con las camisetas de Huachipato, UTE, Audax Italiano y Unión Española.

El querido Huaso, como era conocido, falleció este sábado en Concepción, en compañía de sus hermanos que se hicieron cargo de él producto de una severa diabetes que le afectó. Sus restos están siendo velados en la Parroquia Cristo Redentor, ubicada en calle 30 de Octubre 243 de la capital penquista. Este domingo se realizará un responso a las 14 horas para posteriormente llevar a cabo sus funerales a las 15.30.

Bautizado también como El Goleador Que Vino del Sur, Llorens fue un notable goleador, que sabía finiquitar la última jugada. Pero también combinaba perfectamente la velocidad en el ataque y la fuerza para aguantar las cargas rivales. Por la Selección Nacional formó en los Mundiales de 1966, 1970 y 1972; además de los Sudamericanos de 1966 –donde fue campeón-, 1967, 1969 y 1971.

En entrevista que le concedió a Patines y Chuecas en abril de 2016 –y que puede recordar pinchando en este link– se definió como un agradecido del hockey y de sus amigos. “Yo era bajo perfil” contó en aquella oportunidad, mientras recordaba anécdotas como sus inicios –“para una Navidad pedí patines, que era el boom en esos momentos. Le hablo de principios de la década de los 50”-, el reencuentro con su gran amigo Jorge Ibáñez –“Desde que nos conocimos en la UTE me invitaba a almorzar a su casa y a disfrutar de una buena tertulia”- y sus “tallas” como el chicle que siempre mascaba cuando jugaba.

Manuel Llorens (abajo, extremo derecho) integró Unión Española en 1977. “Era un equipo imbatible” definió el Huaso al conjunto hispano.

Un comentario sobre «Falleció Manuel Llorens»

  1. Mi Padre, no hay nadie que se le compare, nadie que sepa cuánto lo amo aún, nadie que me pueda decir que los últimos años fue cuando más lo disfruté y el a mi hijo.. El día que se lo lleve para que lo conociera, fue una conexión inigualable estre ellos dos y desde ahí que siempre disfrutaron.
    Mi nombre Pía Llorens Reyes, mis padres se separaron cuando era muy pequeña, solo recuerdo el día que se fue, que me dijo que iba a volver.. pero no fué así.. el tiempo pasó y pasó.. hubieron algunos encuentros junto a mis hermanxs con el.. después paso el tiempo y supimxs que estaba viviendo a 1 cuadra de la universidad donde estaba estudiando.. cada vez que tenía una ventana iba y tocaba su timbre solo con el fin de verlo aunque fuese un minuto.. pero no siempre me abría la puerta, pero igual lo entendía por su trabajo.. debía descanzar.
    Y así fueron pasando los meses.. hasta que un día el conserje me dijo que ya no vivía ahí.. no tenía su número, nada.. me volví a sentir mal.
    Paso el tiempo y a través de un amigo de él logré saber de mi Padre, dónde vivía y su número de celular.. lo llamé, quería verlo, siempre quise verlo.. y accedió a qué lo fuera a ver.. ese día me acompaño mi abuelita y mi hijo y desde ese día no lo volví a dejar… Iba 1 vez cada 2 semanas aprox, aveces más veces.. a su casa con mi hijo.. recuerdo que un día saqué mi tabaco para fumar, y me miró y me dijo ” que fumas?” Medio serio… Jajajajaj le dije “Papá es tabaco, pasa que me los enrolo yo.. es más barato y más rico”, le convidé uno y si le gustó, pero no cambiaba su “Belmont light”. Fue bien extraña la primera vez que lo volví a ver después de años, no sabía que hablar, habían momentos de silencio, ese silencio que en tu mente te dice “Solo lo quiero abrazar y quedarme así x varias horas”.
    El día anterior a qué se fuera al cielo, pensé mucho en el. Lo sentí todo el día. Y cuando me contó mi hermano, sentí que un pedazo de mi se hacía polvo. Que tanto me había costado poder armar ese pedazo de corazón y ya denuevo estaba roto..
    El día que lo fuimxs a dejar a su nuevo hogar no fue fácil, ya que una de sus hermanas, trató de hacer que ese momento se empañará con sus gestos, palabras e insultos hacia nosotrxs sus hijxs, reprochandonxs cosas que ni ella hizo, cuando estaba en esta vida.
    Aún lo lloro, aún lo extraño… Ésta pena de no verlo más.. es cuatica.
    Pero sé que desde el cielo me acompaña y me cuida.. y a mi poroto también.
    Gracias Papá, gracias por el amor que le entregaste a mi pequeño.
    Nxs vemxs en el cielo
    Te quiero y tbn te amo mucho

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