Lo hicieron otra vez. La Selección Femenina confirmó su rótulo de ser potencia en el hockey mundial –lo reafirmaron públicamente las propias jugadoras argentinas tras el empate del viernes recién pasado- al adjudicarse la medalla de bronce en los World Roller Games de Barcelona tras vencer a Italia por 3-0.
Resultado que se construyó, fundamentalmente, en el primer tiempo. Porque le vino muy bien la pronta apertura de la cuenta a Chile, a través del remate de Beatriz Gaete, ya que las azzurri habían planteado –fieles a su ADN deportivo donde los del país de la bota son expertos en las artes defensivas- esperar en su área con un reducido Cuadrado con marca zonal, intentando cerrar todas las posibilidades.
Sin embargo, Las Marcianitas comenzaron a mostrar todo el repertorio estratégico que tuvo su acervo en este Mundial, mostrando facetas como el remate de distancia –sobre todo, de Maca Ramos- o la llegada con hasta tres atacantes al último cuarto de cancha. Fue, justamente, mediante esta vía luego de una sucesiva triangulación –muy bien hecha- por Panchi Donoso, Cata Flores y Maca Ramos esta última estableció el 2-0 parcial.
Con ese marcador, las italianas cambiaron su disposición. Del conservador y pequeño Cuadrado zonal, cambiaron a marca personal y a aparecer más constantemente en el área nacional. El enlace en estas incursiones era Pamela Lapolla, moviéndose por toda la periferia para protagonizar ella la jugada o buscar a su referente ofensiva, Giulia Galeassi. Todo eso lo hacían bajo el esquema 2-2, para no descuidar la retaguardia conociendo, tal vez, la efectividad de Las Marcianitas cuando encarnaban una contra.
Ante ese panorama, las chilenas se aplicaron en las marcas personales tomando cada una en la mitad del campo. Y cuando las europeas lograban llegar hasta el área ya fuera con una acción personal o el remate de distancia, Fernanda Hidalgo otra vez dio garantías cuidando la cabaña. Por ahí sacó un feroz disparo con su casco, confirmando por qué es considerada una de las mejores del mundo en su puesto.
El 3-0 con que Chile se fue al descanso –aprovechando la superioridad numérica, tras la tarjeta azul a Pamela Lapolla; y que se concretó con un autogol de Giulia Galeassi tras un disparo de Francisca Donoso- supuso la coronación de un perfecto planteamiento de José Querido, manteniendo siempre en ataque a una de sus jugadoras moviéndose en el área, esperando el pase o el rebote tras un disparo de distancia. Además, bien Chile en la entrega de la pelota y en la cobertura de espacios. Todo ese empoderamiento fue desarticulando, de paso, los planteamientos a los que intentaba apelar el conjunto italiano.
Rotación de jugadoras. En el complemento, Italia mostró más iniciativa apurando el traslado de la pelota desacomodando a momentos a las chilenas –que, incluso, perdían la pelota provocando errores propios-, teniendo incluso mayor protagonismo la atacante Elena Tamiozzo –con su remate de distancia- para intentar darle mayor profundidad a los ataques azules.
Chile, con la pelota en su poder, manejaba los tiempos con la rotación mientras una de las Marcianitas –Cata Flores o Panchi Donoso- se movía por todo el horizonte ofensivo buscando propiciar espacios para una potencial incursión. Que se crearon opciones de anotar, claro que sí, pero o bien falló la puntada final o la portera Verónica Caretta cumplió con su labor de proteger sus parantes.
Con el transcurrir de los minutos, además, el DT José Querido rotó toda la banca dando la opción de que jugaran todas sus dirigidas: Sofía Reyes, quien durante todo el Mundial fue la primera alternativa de cambio, sobre todo para reforzar la zona defensiva; Fernanda Muñoz, para aprovechar su constante movilidad en campo contrincante; Florencia Llera, quien tuvo opción de anotar tras sacarse la marca rival con un impecable amague; Viznia Silva, para refrescar la ofensiva nacional; y Mykaela Aparicio, para mantener con sus reflejos el cuidado de la portería nacional.
De esta manera, Chile firmó el 3-0 que le permite ascender, por tercera vez en su historia, al podio de los Mundiales femeninos. Porque este bronce, que pertenece exclusivamente a ellas y a su cuerpo técnico encabezado por José Querido, se suma al título del 2006 y al tercer puesto anotado en 2014. Superan, de paso, lo anotado hace dos años en Nanjing cuando culminaron en la cuarta posición.
La campaña. Finaliza así la nueva épica mundialista protagonizada por Las Marcianitas, con un historial de cuatro victorias (4-2 a Francia, 3-1 a Suiza, 4-2 a Portugal y 3-0 a Italia), un empate (2-2 con Argentina) y sólo una derrota (2-3 ante España). Sus goleadoras fueron Cata Flores y Maca Ramos cada una con 6 tantos, seguidas por Francisca Donoso (4) y Beatriz Gaete (2); mientras que Fernanda Hidalgo recibió 10 tantos en su portería.
Un dato no menor que comenzó a circular en las últimas horas por las redes sociales indica que cuatro de las integrantes de este plantel –Fernanda Muñoz, Florencia Llera, Viznia Silva y Sofía Reyes- podrían por su edad perfectamente jugar en un representativo Sub 20. Situación que no se presentó en alguno de los otros siete equipos que dieron forma a esta versión de la competencia femenina de los WRG. Sumado a eso que Cata Flores y Mykaela Aparicio cumplieron, justamente, los 20 años -edad que a su vez es el promedio de este equipo- permite avizorar que esta generación de Marcianitas tiene para rato. Más, si las mayores, por decirlo de algún modo, no superan los 24 años. Ojo con esto del promedio de edad porque en otros representativos se dispara, como Argentina cuya media es de 27 años; o España, con 23.
Con ese importante ítem que fortalece el porvenir de lo que será la Selección Femenina en los próximos certámenes internacionales, conviene agregar que no en vano los dos países que jugarán la final de la categoría y que, a priori, eran los grandes gigantes de este torneo –España y Argentina- tuvieron complicaciones cuando enfrentaron a las chilenas porque supieron, en cuerpo presente, que se toparon con un quinteto que les hizo trabajar más de lo presupuestado gracias a sus alternativas tácticas como conjunto y al peso específico de cada una de sus jugadoras, sobre todo de sus referentes -Fernanda Hidalgo, Beatriz Gaete, Maca Ramos, Cata Flores y Francisca Donoso- quienes asumieron de gran manera el liderato del plantel al ser éste, como ya enunciamos en esta misma tribuna hace un par de semanas, el primer Mundial donde ya no había alguna integrante del equipo campeón mundial hace trece años.
Por último, ya es hora que a este grupo de mujeres se les reconozca que son patrimonio nacional, que son más importantes que el último corte de pelo de un futbolista o más importante que el último romance de una aspirante a modelo. Son, simplemente, orgullo de todo un país. Se tenía que decir… y se dijo luciendo ellas una orgullosa medalla de bronce.
CHILE 3-0 ITALIA
CHILE: Fernanda Hidalgo; Macarena Ramos, Beatriz Gaete; Catalina Flores y Francisca Donoso –cinco inicial- Viznia Silva, Florencia Llera, Sofía Reyes, Fernanda Muñoz y Mykaela Aparicio (AS). DT: José Querido
ITALIA: Verónica Caretta; Pamela Lapolla, Erika Ghirardello; Elena Tamiozzo y Giulia Galeassi –cinco inicial- Cristina Santochirico, Alesandra Gallotta, Francesca Maniero, Alice Sartori y Sara Zarantonello (AS). DT: Massimo Giudice
Goles: primer tiempo: 1-0, 3’22” Beatriz Gaete (Chi); 2-0, 9’24” Macarena Ramos (Chi); 3-0, 22’08” Francisca Donoso (Chi)
Tarjetas azules: primer tiempo: 20’55” Pamela Lapolla (Ita)
Árbitros: Antonio Gómez (España) y Tania Pardo (España)
Cancha: Palau Blaugrana de Barcelona