Tal como en la categoría femenina, los varones también tienen a sus destacados del torneo del segundo semestre. He aquí los nominados.
Al arco, Diego Molina (Thomas Bata) terminó por consagrarse en la segunda final ante Estudiantil San Miguel. En instancias supremas donde, además de las habilidades para custodiar los parantes, se necesita frialdad el popular Yeyo hizo bien uso de aquello para cerrar el título a favor de los batinos. Además, su rendimiento lo pone a la altura de otros históricos que defendieron la cabaña peñaflorina como Juan Sánchez, Jaime Cabello y Ramón Méndez.
Su colega Gastón Svriz (Estudiantil San Miguel), nuevamente, se erigió como referente desde su sector apelando a sus reflejos cuando la testera sanmiguelina se vio complicada. Sólo le faltó, tras ser figura en el Torneo de Viña del Mar siendo clave en la definición a penales que le dio el título a ESM, celebrar en los Nacionales porque mientras en el Apertura fue desbancado en Semifinales por la Selección Sub 19, en el Clausura los tiros libres le impidieron levantar el trofeo.
Desde la última zona, Nicolás Fernández (Estudiantil San Miguel) arribó al club de calle Pirámide cuando marchaba en las últimas posiciones de la tabla. Con el heptamundialista en cancha, asumiendo labores de conductor y marcando 19 goles en su derrotero en el campeonato, ESM anotó cinco triunfos consecutivos y un empate, logrando el paso a las instancias finales.
Además, Fernández jugó bien complementado en la zona con Gonzalo Andrade (Estudiantil San Miguel), cuya labor en el último cuarto de cancha para limpiar la casa es casi silenciosa pero efectiva, propiciando la recuperación y la salida hacia el frente buscando la explosión de Felipe Vélez, Javier Núñez y Michael Marín.
Por su parte, Benjamín Díaz (Patín Vilanova) es pieza importante en el andamiaje del representativo granjero. Por eso, su ausencia en las últimas fechas se notó demasiado en los planteamientos del DT José Querido porque al margen de su contundencia en el arco rival –marcó 19 goles en el segundo semestre- el Colocho es el que pone ganas y garra, contagiando a sus compañeros.
Paralelamente, en un equipo como el leonpradino que luce por su juego de conjunto, las improvisaciones de Nicolás Flores (León Prado) descomponían al rival de turno, facilitando el tránsito de la pelota o disparando a puerta. De paso, esas salidas de libreto del Nico aportaban como alternativas ofensivas para los marianistas.
En el ataque, Álvaro Osorio (Thomas Bata) culminó la temporada como goleador del Clausura con 33 anotaciones. Si bien se amolda al juego de su equipo, apoyando en la recuperación y en la creación de espacios, la gracia de Alvarito es que cuando menos se piensa aparece con alguna jugada que culmina con un recio remate o un disparo colocado.
Otro goleador de raza es Gabriel Tudela (León Prado). Gabigol aportó en el segundo semestre con 17 tantos, sin embargo destacó también en el despliegue por todo el campo, en la recuperación y en la administración de la pelota para buscar la triangulación o aventurarse en el área rival con una patriada.
Benjamín Andrade (Thomas Bata) destacó porque siempre va de frente en el ataque, sin importarle si recibirá alguna caricia de los defensores rivales transformándose de esta manera en una interesante alternativa ofensiva. Es más, el Benja terminó como el tercer goleador del torneo gracias a los 22 tantos que aportó a la campaña peñaflorina.
Tal como lo hizo, asumiendo su rol de ser el último referente batino, Bastián Osorio (Thomas Bata). Si bien su posición natural es salir desde su campo, administrando, cuando se necesitó profundidad aportó con piques por las puntas o, simplemente, meterse como punta de lanza en el área rival. El Príncipe Azul marcó 13 goles pero lo más importante, elogiado por sus propios compañeros, fue que cuando se necesitó al líder para guiar al equipo en instancias cruciales –como el infartante 6-6 con Universidad Católica en Peñaflor; o la segunda final ante Estudiantil en Las Marcianitas del Estadio Nacional- Bastián Osorio cumplió con ese rol.
Menciones honrosas. Tal como en las damas, la escena nacional cuenta con muy buenos arqueros como Mathias Escudero (León Prado), Maxi Armijo (U. Católica) y Pablo Salamanca (Llano Subrcaseaux). Pero Jack Acosta (Patín Vilanova), tras el subcampeonato de los granjeros en el Apertura, extendió sus reflejos en el puesto durante el Clausura. Si Vilanova no pudo acceder a las instancias finales fue porque se vio reducido por la partida de algunas de sus figuras, como Felipe Márquez, y la lesión de algunos de sus referentes, como Benjamín Díaz; pero aun así Jack Acosta respondió a sus labores bajo los parantes.
Ignacio Molina (Llano Subercaseaux) fue el goleador de la Naranja Mecánica en el certamen, con 16 tantos. El subcampeón panamericano juvenil confirmó ser una de las figuras emergentes de nuestra escena.
En tanto, su habilidad innata para resolver en el área rival le permitió a Cristián Fernández (U. Católica) erigirse como el máximo anotador de los cruzados, totalizando 17 tantos.
Ricardo Cáceres (U. de Chile), a su vez, lideró la gran campaña de los universitarios laicos aportando con su despliegue y con 30 tantos, quedando como el subgoleador del Clausura.
Finalmente, Alonso Jiménez (León Prado) lució explosión y profundidad, colaborando con 16 goles en la campaña de los marianistas. Además, como técnico obtuvo la medalla de plata con la Selección Metropolitana en los Juegos Binacionales de San Juan.