Lo siguiente acaeció en los comienzos de la temporada 1977, cuando hubo asomo de reclamos en Audax Italiano. Sucedió que a través de la prensa, tres juveniles que habían sido recién ascendidos al equipo de Honor reclamaban un puesto de titular.
Se trataba de Marcelino Robles, Sady Yévenes y Raul Gálvez quienes manifestaron que “es imposible que mejoremos nuestro juego si siempre estamos en la banca”. Esta queja apuntaba a que en el cinco inicial eran inamovibles los hermanos Alfonso y Mario Finalteri más Rodolfo y Dagoberto Silva. No en vano, sólo los Finalteri llevaban en el club de colonia 26 años como piezas fijas, figuras consulares a quienes el paso del tiempo les daba lo mismo.
Ante los reclamos de los tres mozalbetes, Alfonso Finalteri –quien ya lucía flamantes 45 años de edad- fue claro y directo: “Somos mejores”. Sería todo, hasta luego.
Los hermanos Finalterri y Silva los mejores guías y entrenadores que hemos tenido todos los q nos formamos en esos años en Aduax Italiano