Anecdotario del Hockey Chileno (13): La Historiada Final Entre Colo Colo y la UC

Hasta mil 500 personas podían llegar, cada día domingo durante los años 40, al frontis del Palacio de La Moneda a presenciar los partidos de hockey-patín.

En la temporada 1946, cuando aún nuestro hockey jugaba con disco y con seis jugadores por lado, el torneo de la Asociación Santiago era el más importante. En aquel año y en dicho certamen, los dos equipos más fuertes eran Universidad Católica y Colo Colo. Los cruzados con una alineación estable con Rebolledo; Rojas, Sabaté; Diez, Spadaro y Tunzi; los albos, con Echagüe; Campusano, Castro; Méndez y los hermanos Del Castillo.

Por eso, no extrañó que ambos sacaran pronta ventaja a los demás participantes llegando ambos a la última fecha con posibilidades de adjudicarse el título. Eso sí, Colo Colo llegaba con el aval de un punto más sobre la UC por lo que un empate revalidaría la corona que el Popular había obtenido el año anterior. El escenario de tan importante cotejo, como siempre, era la Plaza de la Ciudadanía con el Palacio de La Moneda como telón de fondo.

Tal como se presumió, fue un partido duro. “Más fogosos los albos, más técnicos los estudiantes. Cada encuentro era temido por ‘moros y cristianos’, para no decir también la policía y los dirigentes de aquel tiempo” se recordaba años después.

El traslado del disco se matizaba con reciedumbre, que agitaba los ánimos de los parciales de ambos finalistas, que circundaban la improvisada cancha. En lo deportivo, Universidad Católica se impuso por 2-1 para anotar su primer título oficial. En lo extradeportivo, culminado el pleito surgió “tal pelea que se armó, que intervino aparte de los jugadores todo el público. La policía resultó insuficiente para contener a los más fogosos” se escribió. Es que a esa altura el incipíente hockey era sinónimo de pasión de sus cultores y seguidores. Algo desmedida aquella pasión en cierta forma, pero pasión al fin y al cabo.

Entre los damnificados de la gresca que se armó en la final se contó a Ignacio Spadaro, quien resultó con el labio herido tras un puñete que le profirió un hincha colocolino.

Pero no todo quedó ahí. Porque un rato después –según recordó Carlos Bonilla, el primer periodista chileno especializado en hockey- “cuando los pitucos de la UC, tras el triunfo de la tarde, entraron hinchados de orgullo a la matiné del cine Continental desde la galería, como siempre fortín de Colo Colo, los llenaron de tallas y algo más”.

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