Lucas Martínez en el Oliveirense: “Dejaré Mi Huella”

Lucas Martínez y su nueva indumentaria, la del Oliveirense. “Una linda motivación” como lo definió en conversación con Patines y Chuecas. (crédito foto: abola.pt)

El mendocino siente que con su llegada a uno de los Cinco Grandes Clubes del hockey mundial corona una gran trayectoria. Trayectoria que, con 32 años de edad, se inició en Petroleros, con el que ganó la Triple Corona en 2013 –Sudamericano de Clubes, Liga Nacional y Argentino- antes de comenzar su derrotero europeo donde ha formado en el HC Quevert francés (2008-2010), en la OK Liga Española vistiendo las camisetas del Shum Macanet (2010/11) y Pas Alcoy (2011/12) y en la Serie A1 italiana donde se reveló como goleador –sin ser hombre de área, como él mismo afirma-.

Porque en sus estancias en el Monza (2015-2017), Follonica (2017/18), Breganza (2018/19) y Amatori Lodi (2019/20) sumó 201 anotaciones. Con el valor agregado de haber sido el capocannonieri (goleador de la Liga) en 2015/16 cuando en su temporada debut en el RHC Monza marcó 56 tantos; más la Copa Italia que obtuvo con el Breganza.

Como corolario, sus blasones obtenidos con la Selección Argentina en la Copa América 2007 y en la Copa de las Naciones, una década después.

Todo eso le significa el gran desafío de ser uno de los refuerzos en el UD Oliveirense, entregando a Patines y Chuecas sus impresiones por esta nueva estación en su carrera deportiva.

-Lucas, llegas a Portugal desde el Lodi, ¿cuál sientes el que será tu aporte en el Oliveirense?

“Como dices, vengo desde el Lodi, uno de los mejores equipos de Italia, a la elite del hockey sobre patines. Eso me pone muy feliz, y estoy aquí para disfrutar y aprovechar esta oportunidad, realmente. ¿Qué le puedo aportar al Oiveirense? (Sonríe) Bueno, eso te lo puede decir el entrenador mejor que yo. Pero creo que, obviamente, mis características como jugador con llegada al arco, por ahí un poco de hacer jugar al equipo, individualidad en el mano a mano. Creo que por ahí en estos últimos años, sobre todo en el Lodi y en el Breganza, crecí mucho. Me ayudó a ser un jugador más polifacético, realizar algunas otras tareas siempre en beneficio del equipo, lo que el equipo requiera”.

-Con este arribo a la Liga Portuguesa anotarás el hito de formar en las tres principales Ligas Europeas tras alinear en la OK Liga y en la A1 italiana. ¿Qué diferencias podrías comentar entre estos tres importantes campeonatos?

“Sí, y también jugué en Francia por lo que se puede decir que he estado en las cuatro Ligas más importantes de Europa. Mirá, de las tres Ligas que me nombras las tengo muy identificadas. Considero que el hockey español es muy táctico, en donde la fuerza la hace el grupo con una defensa sólida y fuerte, un equipo que juega simple, sin demasiadas individualidades, un grupo que va para adelante.

“La Liga Italiana no deja de ser una Liga donde históricamente se perfecciona todo, donde el tiro es perfecto, los ganchos son perfectos, el patinar es perfecto, la frenada es perfecta, todo es muy técnico. Entonces, el hockey italiano es bonito, es vistoso porque tiene mucha técnica. Ahí entrenamos mucho la técnica y eso no se hace en los otros países.

“Y Portugal hoy es el hockey más atrayente, el que más llama la atención porque es un hockey muy físico, de mucha adrenalina, de mucho ir y venir. Dentro de eso, con su orden más el agregado que hoy en día los mejores jugadores del mundo están aquí en Portugal. Además de la velocidad, el contacto físico y la intensidad de juego se le suma la calidad de los jugadores que lo hacen el juego muy vertical y de mucho vértigo. Eso lo hace muy atrayente.

“Me considero un privilegiado por haber participado en las tres grandes Ligas de Europa, porque aprendí de cada una. Eso responde también a tu primera pregunta, de considerarme un jugador polifacético. Justamente es por esto, empaparme de las características de cada una de estas Ligas”.

En su palmarés personal, Lucas Martínez luce la Copa Italia que obtuvo con el Breganza. (crédito foto: losandes.com.ar)

-Será la sexta participación consecutiva del Oliveirense en la Euroliga, donde en dos de ellas llegó a la final y en otras dos, Cuartos de Final. ¿Estos antecedentes son avales extra o no cuentan a la hora de entrar a la cancha?

“El Oliveirense ha demostrado en todos estos años ser uno de los grandes equipos a nivel mundial. Considero, y mucha gente también lo hace, que Barcelona, Sporting, Benfica, Porto y Oliveirense están a otro nivel respecto a los otros equipos. Creo que llegar a uno de estos equipos es estar en el top del hockey. Y realmente uno tiene la responsabilidad del club donde uno está y lo asumo así.

“No es presión extra ni que me la quite. Simplemente, es una linda motivación, una presión buena que creo que todos los jugadores quieren tener, de jugar para ganar todo. Eso es realmente muy lindo. Jugar para eso, de ganar todos los partidos, son cosas muy lindas. Aparte que uno, a nivel grupal, se pone objetivos y a nivel individual, también.

“El objetivo grupal lo sabemos, el Oliveirense tiene que competir en todos los frentes y así tiene que ser. Porque es la presión que ejerce el estar en uno de estos grandes clubes del mundo. Pero a nivel individual lo tengo muy metido en la cabeza, la Champions y el Campeonato Portugués. Para eso estamos, entrenando todos los días a triple turno para ponernos realmente a tono y poder competir al más alto nivel”.

-¿Cómo se ven en el objetivo de alcanzar instancias finales en la Euroliga, contando que también estarán el Sporting, vigente campeón; Porto, finalista en las dos últimas ediciones; y Barcelona?

“Es lo que te decía, estos equipos de elite del hockey mundial. Realmente, son partidos que uno juega y en donde puede pasar cualquier cosa. Está demostrado, el Oliveirense ha llegado a las finales dejando fuera en Semifinales al Barcelona. Y siempre el Barcelona es candidato, sin embargo ha perdido una final con el Reus en una ocasión, por ejemplo. Entonces, todo puede pasar. Son instancias en las que un mínimo error te deja fuera o te deja en una final.

“El año pasado, cuando se anuló la Champions por el tema del Coronavirus, un mes antes habíamos ganado con el Lodi al Sporting por 5-1. Era el vigente campeón que, literalmente, estaba eliminado en la Fase de Grupos (nota del redactor: en ese partido, Lucas Martínez anotó dos goles, el 15 de febrero pasado). Eso es lo hermoso de todos los deportes, porque pueden pasar este tipo de cosas”.

-Cuando llegaste a Italia, lo hiciste como delantero por fuera del área pero terminaste como goleador del campeonato. ¿Cómo se dio esa evolución en un escenario tan exigente como el italiano?

“Siempre fui un jugador más exterior, pero no terminé siendo un jugador de área. Salí goleador del campeonato porque hacía lo mismo que jugué siempre, encarar por fuera, aprovechar el mano a mano con la velocidad y hacer la diferencia en ese sentido. Siempre seguí haciendo mi juego, me pasó siempre que cambié de club como cuando llegué a Follonica y después al Breganza. Ahí, quizás, estuve un poquito más atrás para crear un poco más de juego. Me pasó en Lodi, también, que fue un muy buen año de goles y de juego.

“Nunca cambié mi juego, lo que pasa es que por ahí se dio que en el primer año mío en Monza estaba muy enchufado, tenía muchas ganas, y el equipo aprovechó eso. Jamás me transformé en un jugador de área, no fue una transformación sino que lo que yo hacía dio resultados y la bocha comenzó a entrar” (sonríe).

En el Oliveirense, Lucas Martínez lucirá en su casaquilla el número 27. (crédito foto: ojogo.pt)

-Con Petroleros anotaste la triple corona en 2013, incluyendo el título sudamericano de clubes. ¿Sientes qué esos antecedentes, más lo que alcanzaste en Italia, te califican como uno de los grandes nombres que llegaron esta temporada a Portugal?

“Creo que con la triple corona que conseguimos con Petroleros, y todos los otros campeonatos que conseguimos, uno se va haciendo el nombre y va tratando de llegar al top del hockey. No sé si soy uno de los grandes nombres que llegan en esta temporada, sí me considero que soy un jugador que puedo dar mucho. Realmente, no sé si es una cualidad o una virtud pero no me achico ante nadie. Acá estoy para tratar de dar lo mejor para el Oliveirense y tratar de lograr grandes cosas. Seguir sumando títulos o trofeos en el palmarés. Y el día de mañana, por qué no, dejar que alguien se acuerde que había un jugador con la número 27 que realmente jugaba muy bien.

“Mira, sinceramente más allá de los títulos y todo, lo que uno quiere dejar siempre es dejar por ahí una seña, un recuerdo, un algo. Es decir, cuando un niño usa mi palo, por ejemplo, el nuevo Kumbre Lucas Martínez y ellos me mandan una foto donde aparece el palo mostrándolo con mi nombre son de las cosas que, realmente, a uno lo llenan. Se me pone la piel de gallina, porque esas cosas a uno lo ponen feliz. Te emociona eso. Desde mi lugar aporté un grano de arena para que un chico sienta admiración por mí. Como te digo, no sé si soy uno de los grandes nombres en Portugal, pero créeme que voy a dar todo por dejar mi huella y ser uno de los grandes nombres a nivel mundial en el hockey”.

-Finalmente, ¿qué tiene tu natal Mendoza que no tiene Oliveira de Azemeis, tu nuevo hogar?

“Nosotros, con mi mujer y mi hija que viene en camino, tenemos algo que nos identifica que es el hecho de haber cambiado de muchas ciudades. En Italia, sobre todo –ahí, en cinco años, jugué en cuatro equipos- y nos hemos adaptado, sumando las cosas buenas de cada lugar. Siempre tratamos de hacer el lugar donde nos toca vivir como nuestro. Acá estamos en ese proceso, de poder hacer Oliveira como nuestro. ¿Qué te puedo decir qué le falta? Obviamente, a mi Mendoza querida la extraño todos los días, los paisajes, los amigos, la familia, porque el hecho de estar en tu lugar, en tui casa, en tu ciudad no tiene comparación. Tener a la familia cerca son cosas que no se comparan. Pero realmente Oliveira es un lugar muy bonito, es un lugar donde se vive muy bien, es tranquilo, una ciudad chiquita pero tiene de todo. Así que la verdad es que estamos muy contentos con mi mujer, y con muchas expectativas la verdad”.

“Quiero aprovechar el poder recordar a los amigos, que están siempre; la familia, que en Argentina con todo este tema de la pandemia nos hacen un aguante increíble. Y también lo hacen sin la pandemia. Es increíble el aguante que nos hacen, cómo apoyan en cada momento, cómo sufren en cada momento. Cuando jugué la final de la Copa Italia me mandaron un video donde aparecían agarrándose la cabeza gritando y cuando terminó el partido saltaban porque habíamos ganado. Me ha tocado una familia espectacular, donde mi suegra y mi cuñada, que no conocían al hockey, lo empezaron a seguir y no se pierden partido. La familia es impagable y no quiero dejar de agradecerles, han sido incondicionales. Así hacen más corta la distancia. Y mi mujer y mi hija son mis pilares. Mi mujer es una pierna mía, no puedo hacer nada sin ella. Es la mejor compañera, la mejor persona, la mejor amiga, lo mejor que tengo. Estoy feliz de poder compartir todo esto con ella”.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *