Ley de Reyes (72): Tipos de Decisiones Arbitrales

Dentro del proceso en la toma de decisiones en el desarrollo de un partido, mediante el cual se realiza una elección entre diferentes opciones o formas posibles para resolver diferentes situaciones en el arbitraje, es de importancia que los referís sepan entender que existen varios tipos de decisiones para poder resolver un problema en forma acertada. Esa es la temática de la siguiente entrega a cargo de Luis Reyes Catalán, profesor FIRS.

-Profesor, ¿qué tipo de decisiones arbitrales hay?

Se pueden distinguir al menos dos tipos de decisiones: las decisiones programadas o estructuradas y las decisiones no programadas o no estructuradas.

“Se conoce como decisiones programadas aquellas que de antemano y de manera rutinaria se sabe que deben ser tomadas. En otras palabras, las decisiones programadas y escritas bajo reglamento de juego y previstas en el tiempo, dadas las características del problema.

“Por ejemplo, ciertas decisiones establecidas que deben tomarse en función del conjunto de normas y períodos establecidos dentro del reglamento del juego del hockey en lo técnico o disciplinario y que obligatoriamente se deben aplicar.

“En cambio, las decisiones no programadas son aquellas que deben tomarse necesariamente cuando una situación de conflicto o dilema se presenta inesperadamente o cuando su características inusuales requieren del diseño de un plan específico y que no está establecido.

“Por ejemplo, la definición urgente de un plan de acción que tomar ante alguna situación fuera de reglamento , excesos de violencia, faltas no previstas en el juego, situaciones singulares en el entorno del juego que se está dirigiendo”.

-Sin embargo, también hay que considerar que hay toma de decisiones en el ámbito personal…

“En el ámbito personal, los procesos de toma de decisiones suelen responder a dos tipos de motivaciones esenciales, como LAS FORZADAS Y AUTÓNOMAS, las cuales deben ser identificadas para una buena solución, acordadas y analizadas en conjunto con los demás árbitros, buscando una homogeneidad en los procedimientos a aplicar. En definitiva, preparase personalmente en el conocimiento de las reglas y su aplicación.

“Se entiende por motivaciones forzadas aquellas que inducidas por sujetos externos y suelen implicar un nivel de  presión, muchas de las veces bajo amenaza de sanción, con exigencias incluso fuera de reglamento, entre estos sujetos podemos mencionar la organización madre a la que se pertenece, instituciones influyentes, las religiones y las tradiciones sociales estrictas.

“También, se entiende por motivaciones autónomas aquellas que surgen del universo de intereses personales, valores éticos, en convicciones y aspiraciones propias del árbitro que debe tomar una decisión, evaluada racionalmente, con libertad y responsabilidad, exigencias que determina  que los árbitros  deben hacer el proceso correcto transparente y bajo las normas éticas del deporte en cuestión, para que la interpretación de sus actos sean respaldados por la verdad de los hechos ocurridos dentro de un partido bajo su dirección.

“Dicha interpretación es la que exige del árbitro mayor competencia, por cuanto debe valorar no solo la acción sino también la intención del acto, es esta función la que se traduce en una fuente de estrés, pues con frecuencia su interpretación o lectura de la intencionalidad del jugador no corresponde con la que hacen los aficionados, los periodistas o la misma dirigencia deportiva.

“La atribución de responsabilidad por los juicios arbitrales recaen solo sobre la persona del árbitro por lo que de acuerdo  a la reacción afectiva post-decisión se caracteriza por ser generalmente intensa, como de hecho se observa con frecuencia al finalizar un partido en el que una decisión del árbitro ha sido decisiva en el resultado final del encuentro. “Cabría entonces preguntarse si es más fácil para el árbitro decidir no actuar, en este caso, decidir no sancionar una tarjeta roja por el costo de reacción que ella implica”. De hecho los resultados parecen indicar que esta tendencia la presentan algunos árbitros, a quienes se les podría denominar “condescendiente”.

Referente a esto, ¿qué es lo que dice el medio deportivo? “En lugar de permitir que el miedo lo paralice, hay que actuar”. “Señor arbitro cuando castigue, pite con decisión y rapidez, nunca titubee y de sus fallos de manera decidida,  de esta forma llevará al público la sensación de que conoce sus deberes y el jugador verá en usted un hombre enérgico conocedor del arbitraje,  una falta castigada simultáneamente a su realización es siempre de gran efecto,  por el contrario, si lo hace segundos después, hará creer al público que camina bajo presión de los gritos”.

-Al respecto, ¿cómo tomar buenas decisiones para aplicar sanciones en un partido?

“Considerando ocho ítems. A saber, Identificar el problema… Reunir y tener claro los hechos… Conocer las posibilidades a su disposición… Conocer las habilidades personales como árbitro… No permitir que le miedo lo guie, pero tampoco ignorarlo… No dejarse llevar por los impulsos… Establecer el tiempo justo con calma… y Usar la experiencia obtenida en situaciones similares”.

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