
En el ámbito de la competencia local, si se trata de procesos y resultados obtenidos en la década Mauricio Llera cumple con aquello. Con el envión que le significó el subcampeonato sudamericano de clubes en 2010, el Profe Mauro confirmó en este decenio el derrotero a cargo en Universidad Católica, considerando sólo la Liga de Honor, con seis títulos: Apertura 2008 y 2016 más Clausura 2013, 2014 y 2017 en damas; y Apertura 2018 en varones. Labor que extendió con Thomas Bata, anotando la corona masculina del Clausura 2019 y llevando al equipo femenino a la final del mencionado certamen. El corolario fue el cuarto puesto obtenido con la Selección Nacional en el Mundial de Angola 2013.

Otro que aportó fue el argentino Jorge Otiñano. Llegado a principios de 2015 a Estudiantil San Miguel, le bastó sólo jugar el primer tramo de aquella temporada para terminar de conocer el medio y adjudicarse los tres hexagonales restantes más la Copa de Oro de aquel año implantando su idea de juego basado en la rigurosidad estratégica, sin dejar detalle al azar. Además, con el primer equipo femenino de calle Pirámide ganó el Clausura 2015 y el Apertura 2017.
El portugués José Querido lució su sistema de juego –pletórico de variedades tácticas para utilizar durante el desarrollo de un partido- en dos períodos en el Patín

Vilanova: 2014-2015 y 2018-2019. En su primer año, ganó el tercer y cuarto hexagonal cayendo en la final de la Copa de Oro ante León Prado; mientras que en el Apertura 2019 perdió en una historiada final ante la Selección Sub 19. Su sello lo extendió en los WRG de Barcelona al guiar a Las Marcianitas a su histórico tercer puesto.
El también trasandino José Luis Páez, con su línea de juego que apuesta a equilibrar técnica y velocidad, tras su período en la Selección Nacional –con la que anotó el 5° puesto con la Sub 20 y el 7° con la Absoluta en los WRG de Nanjing- tuvo su estancia en Thomas Bata en el primer semestre de 2018, accediendo hasta las semifinales del Apertura.
Adrián Mallea, casi de forma silenciosa, también ha dejado su impronta en esta década con sus pasos por Estudiantil San Miguel, Pepey de Rancagua y Red Star. Tal como Diego Birentzwaig, quien en sus cuatro temporadas en Kellun le dio una impronta de juego al

representativo conconino, además de propiciar intercambios internacionales para fortalecer el acervo hockístico de sus dirigidos.
Entre los técnicos chilenos, Osvaldo Rodríguez confirmó en esta década su sapiencia, siempre a cargo de Sagu. Al inicio de la misma, con el bicampeonato masculino en 2012 y 2013, agregando el Clausura 2018.
Rómulo Vargas también ha realizado un interesante trabajo táctico en León Prado, alcanzando las finales en la pasada temporada y el título en el torneo de Viña en febrero pasado. Labor que ha extendido en el equipo master de Academia, con el que también ha anotado palmarés a nivel local e internacional. Básicamente, su lkabor radica en esquemas bien trabajados los que se utilizan de acuerdo a las circunstancias del partido –como apelar al esquema 1-3 para buscar el resultado; y contener con 2-2 cuando está en ventaja-.
Sin aspavientos, Eduardo Flores, quien dejó su marca en los 90 al imponer en la escena local el pressing con el León Prado multicampeón en la segunda mitad de aquella década; y tras dirigir en el presente decenio a Universidad

de Chile y Thomas Bata, se abocó a su labor formativa donde -tras cuatro años de proceso- comienza a mostrar resultados de su trabajo en el HC San Jorge de La Cisterna.
Otros compatriotas también han destacado, pero en el concierto internacional. Primero, Erick Naser, quien emigró a España para hacerse cargo del conjunto femenino del Alcorcón. Dirigiendo a las llamadas Espartanas del club madrileño se adjudicó la Euroliga 2013/14, lo que le permitió ser designado como el Mejor Entrenador de España.
Otro, Pablo Jara, tras quince años compitiendo en la Liga italiana, en 2017 asumió como DT del Correggio –cargo que ostenta en la actualidad-, ungiéndose de esta manera en el primer estratego nacional en dirigir en la Serie A1 peninsular.

Nueva camada. El futuro inmediato de DT’s en nuestra escena es provechoso. Sobre todo, por el aporte que están realizando las damas, graficado en la labor de
Francisca Puertas. La campeona mundial asumió en 2019 en el primer equipo femenino de Universidad Católica, obteniendo el Apertura de la Liga de Honor, con el agregado de transformarse en la primera mujer entrenadora en obtener un campeonato en la máxima categoría del hockey nacional.
También, Katherine Quezada –bautizada por los argentinos como La Primera Dama del Hockey– con su provechosa labor en Red Star que ya cumple tres temporadas; Pauli Santibáñez, ganando cada vez más terreno en Sagu; Zoe Zamudio, consolidando la formación de nóveles hockistas en Colonial de Pirque; y Liudba Rojas, recién asumida en Tornado de Chillán.
Alonso Jiménez es otro a quien se le sindica un interesante porvenir en la cabina técnica, avalado por su labor formativa en el Colegio Mayor y formar parte del cuerpo de estrategos de León Prado antes de asumir este año en los elencos superiores de Llano Subercaseaux.