
Propio de las disciplinas deportivas son sus expresiones que las identifican. Expresiones que les otorga un sello propio, qué duda cabe. Una suerte de lenguaje propio para referirse, de un modo más coloquial, a situaciones de juego. Con este marco, revisemos algunas de esas frases que forman parte del argot de los patines y chuecas.
“A la portuguesa”: Surgida en el último tiempo, se refiere a la forma en que la mayoría de los hockistas lusitanos cobran el tiro libre directo. Vale decir, rematar directamente a la portería –generalmente, con un golpe de revés- en vez de avanzar con la bocha dominada para eludir al arquero antagonista y cobrar.
“Armar la trenza”: Frase alusiva a la rotación que un quinteto, con la pelota en su control, rota sus jugadores tocando en la mitad del campo esperando el momento del cambio de ritmo para penetrar en el modelo de juego rival y llegar hasta su portería.
“¡Capitanes, a firmar!”: Un clásico que nace desde la mesa de control tras finalizar cada partido. A veces, algunos capitanes se olvidan de cumplir con esta responsabilidad dejando el respectivo espacio en blanco en la planilla.
“¡Mesa! ¡Minuto!”: Otro clásico, cuando un técnico o su ayudante desde la banca pide el “tiempo muerto” para ajustar la táctica o, simplemente, intentar enfriar el trámite del cotejo ante el dominio del rival. Algunos complementan esta expresión con el gesto de las manos formando una T.
“No tiene banca”: Se sabe que en el hockey moderno el equipo no son sólo los cinco titulares sino que también contar con jugadores reservas, a la altura física y técnica de los que entran, para mantener el ritmo de juego que se propone desde el inicio. En síntesis, un plantel equilibrado. Pero si el número de suplentes es reducido o, simplemente, los que están en la banca no están en las mismas condiciones que los titularísimos se apela a esta expresión. Como para decir, en forma hockística, “no están a la altura de las circunstancias”.
“¡Pégate como estampilla!”: Vieja expresión, proferida por el entrenador hacia el jugador designado, que refleja lo que es la esencia de la marca personal hacia un determinado jugador rival.
“Picar por baranda”: Forma hockística para referirse a la salida en velocidad por las puntas protagonizando las correspondientes transiciones.
“¡Se cayó solo!”: Otro clásico, utilizado por quienes cometen infracciones –los que lucían el mote de “chueca brava”– para intentar justificar lo injustificable ante la sanción del árbitro. Para darle más credibilidad al intento de demostrar inocencia, el hechor debe poner cara de sorprendido, vulgo “mosquita muerta”.
“Si no hay sangre, no es falta”: Propio del hockey setentero, cuando el reglamento no era tan estricto como hoy. Propia también de los infractores para justificar lo injustificable (otra vez), para defenderse de una sanción que, supuestamente, no han cometido. Entre líneas, se podría deducir que si el deportista infraccionado no muestra signos graves de lesión, no era necesario el cobro.
“Tiene muñeca”: Referida, sobre todo, a los talentosos que saben mover la chueca (stick) para sorprender, con alguna movida fuera de libreto, al golpear la bocha ya sea para habilitar con un pase o disparar a puerta.
Y usted, ¿conoce alguna otra expresión típica del hockey sobre patines?