Las Iniciativas Personales de Difusión del Hockey en África

Gracias a la iniciativa de Kouokam Kamtchueng, el hockey está creciendo de a poco en Benin.

Se ha señalado en variadas ocasiones en esta tribuna sobre la necesidad de difusión de la disciplina del hockey sobre patines en nuevos países. La estrechez de exponentes trajo como resultados, por ejemplo, el que nuestro deporte no sea considerado en los próximos Juegos Panamericanos de Santiago 2023 por no cumplir el mínimo de naciones que exige la organización –en América hoy son sólo siete los países en que hay actividad. A saber, Argentina, Chile, Brasil, Colombia, Uruguay, Costa Rica, México y Estados Unidos-.

Por eso, hay que poner atención en lo que está sucediendo en África. Al margen de que Mozambique no asistió al II Africano de Naciones disputado la semana pasada en Angola, pareciera que el abanico de países en aquel continente se ampliará en el mediano plazo.

Y todo, ojo aquí, gracias a iniciativas personales y no a políticas que tienen que nacer desde las cúpulas continental y mundial –saludos a World Skate-. Benin. Es lo que sucede en Benin, pequeña nación ubicada en el oeste africano que cuenta con 80 niños, entre 5 y 16 años, que están entusiasmados con el deporte de los patines y sticks.

El responsable inicial fue el camerunés Kouokam Kamtchueng, quien tras experiencias hockísticas en Francia, se dio a la tarea de difundir la actividad. Hoy él está apoyado por dos técnicos portugueses, Pedro Goncalves y Ricardo Lopes con quienes se ha fortalecido esta iniciativa que ya ha sido bautizada como Hockey Por Benin.

Etiopía. También hay algunos asomos en Etiopía, fundamentalmente gracias al accionar de Edén Avecilla, portera del Cambre de la OK Liga Plata, que por su trabajo social como voluntaria de una ONG se trasladó a principios de agosto hasta aquella nación llevando también indumentaria hockística donada por clubes gallegos para fomentar la actividad.

De hecho, fue ella quien propuso introducir el hockey sobre patines en la capital Addis Abeba, de ahí el preciado cargamento deportivo que trasladó hasta el continente africano. Raya para la suma, otra iniciativa personal y no dirigencial.

Optimistamente hablando, si todo sale bien a mediano plazo el universo hockístico africano crecería de cuatro países –Angola, Mozambique, Sudáfrica y Egipto- a seis –Benin y Etiopía-.

Con apoyo de clubes gallegos, Edén Avecilla se dio a la tarea de comenzar a difundir el hockey en Etiopía.

Ejemplos. Son ambos ejemplos claros de lo que actualmente vive la actividad. Porque mientras las cúpulas dirigenciales no salgan de su estricto marco de esperar que algún país se les acerque manifestando interés en desarrollar el hockey sobre patines, en vez de que la dirigencia se acerque a las naciones para mostrarles y difundir la actividad irán surgiendo estos Quijotes sobre patines quienes son los que mantienen con vida a este deporte. Y lo de África es sólo un paradigma de lo que sucede en el resto del mundo.

Porque en Europa hubo actividad en Noruega, Suecia, Dinamarca, Irlanda, Rusia y Eslovenia –cuando formó parte de Yugoslavia- pero se perdieron, mientras que Bélgica, Países Bajos e Israel a ratos muestran, de cuándo en cuándo, chispazos de resurgimiento. En América hubo manifestaciones en Guatemala, Canadá, Cuba, Ecuador, Perú, Venezuela y Paraguay. En Oceanía la actividad no sale de Australia y Nueva Zelanda. Y en Asia, a fines de 2020 se supo que en Irán comenzaría la práctica correspondiente.

Vaya tarea que debe asumir la dirigencia pero que no lo han hecho. Vaya tarea de hacer crecer el abanico de países para expandir a nuestro deporte. Menos mal que están estos entusiastas, menos mal.

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