En estos días de Fiestas Patrias bien viene recordar la historia de nuestro hockey sobre patines para no olvidar los orígenes y nombres de quienes forjaron y fortalecieron a la actividad en sus ya 88 años de derrotero. Por ello, en esta entrega que constará de cinco partes resumiremos, en orden cronológico y a través de sus hitos, esa historia.
1. El primer club. El encuentro informal de hockey sobre patines entre la tripulación de un barco de Chicago y porteños, en la plaza Sotomayor de Valparaíso en 1935, motivó a Enrique Quinteros formar el primer club chileno de hockey sobre patines: el Indian’s Club. Institución que organizó partidos de demostración en la zona, principalmente, en la Avenida Francia del puerto lo que propició la conformación de más equipos en Valparaíso, la vecina Viña del Mar y la capital.
2. Tácticos desde el inicio. Ese primer hockey criollo se jugaba con equipos constituidos por un arquero, dos defensas y tres delanteros que disputaban un disco de madera. Uno de esos nóveles cuadros, el Estudiantil de Independencia, se hizo asesorar por un vecino de nombre Enrique Parra, quien jugaba básquetbol y que aplicó estrategias de los cestos en el hockey como marca y repliegue en zona, un punta de lanza para estar atento al rebote y el retroceso del atacante central para oficiar como el pivote del básquetbol –fue el nacimiento del medio o centro-. De esta manera, el hockey chileno nunca improvisó en cancha sino que siempre tuvo táctica gracias a Enrique Parra, quien en 1948 fue seleccionado nacional de básket en los Juegos Olímpicos de Londres.
3. Hockey internacional. Con la costa central como escenario de sus inicios, clubes viñamarinos como Neptuno y Municipal recibieron a elencos de Mendoza y Córdoba, constituyendo los primeros partidos de carácter internacional que se jugaron en la avenida La Marina, entre el puente Casino y el Cap Ducal. En Santiago, el primero de estos cotejos está fechado en el verano de 1941 con la visita del Patín Hockey Club de Mendoza para enfrentar al Dávila Baeza. Como al otro lado de la cordillera se jugaba con bocha, era común que en estos partidos en el primer tiempo se jugaba con disco y el segundo, con la pelota de caucho.
4. Decreto 230. En 1942 el hockey sobre patines tuvo un espaldarazo institucional con los ingresos a la competencia de los equipos de Universidad de Chile y Universidad Católica. Esto se propició gracias al Decreto 230 que estableció que todo alumno universitario que fuera deportista no podía jugar por otro equipo que no fuera el de su Casa de Estudios. Esa legislatura provocó, en su momento, asomos de recelo de clubes que sentían que se les pasaba a llevar con este reglamento al posibilitar la emigración de sus figuras. Y esto ya se había sucedido en otras disciplinas como el fútbol y el básquetbol. De esta manera, en el ejemplo más patente sucedido en el hockey, Freddy Sabaté, quien era el referente principal en el Chile Hockey Club, comenzó a vestir la camiseta de la UC ya que había ingresado a la carrera de Química.
5. Habemus Federación. Con actividad formal en Santiago, Valparaíso y Viña del Mar se determinó disputar un torneo amistoso –con partidos en categorías femenina y masculina- entre el 18 y 21 de septiembre de 1941, en la improvisada cancha que se habilitaba cada fin de semana en la Plaza de la Libertad, frente al Palacio de La Moneda. Coyuntura que permitió una reunión el día 19 en la que se formó la Federación de Patinaje de Chile, fijando como fecha de fundación el día 18. Como primer presidente fue designado el dirigente Armando Villarroel Cristi. Posteriormente, el organismo pasó a llamarse Federación Chilena de Hockey y Patinaje, que se extendería hasta agosto de 2022.
6. El Cacique. Gracias a los oficios del dirigente Oscar Ahumada Ibacache, en diciembre de 1944 se formó la rama de hockey del club Colo Colo, a partir de la base que había en el club Grupo Móvil más algunos valores de Independiente de Recoleta. En marzo de 1945 fue el estreno en cancha, con tres valores que se ungieron como referente de los albos sobre patines: el arquero Carlos de la Fuente más los hermanos Raúl y Hugo del Castillo. El elenco popular fue campeón metropolitano en aquel año y en 1947, siendo su clásico rival el sexteto de Universidad Católica.
7. La primera cancha. Gracias al empeño liderado por el dirigente y entrenador del equipo de Unión Española, Vicente Lorenzo, se construyó la primera cancha oficial de hockey, bajo la galería sur del Estadio Santa Laura. La inauguración fue el jueves 14 de abril de 1948, para un recinto que incluyó aposentadurías para 2 mil espectadores. Con el feudo de Plaza Chacabuco a disposición de la actividad comenzaron a ser recurrentes las reuniones dobles los jueves, en horario nocturno, más los sábado y domingo.
8. Del disco a la bocha. En 1949 llegó al país el entrenador itálico Rafael Casali, quien formó la correspondiente rama en el club Audax Italiano. El europeo fomentó los cambios para que el hockey chileno pasara a formar parte del concierto internacional, por lo que la Federación definió que a partir de 1950 se jugara con bocha, dejando de lado al disco de madera. Todos los moldes que abanderizó el técnico italiano comenzaron a mostrarse en forma pública con un partido realizado en la losa del Stadio Italiano, entre Palestino y los audinos. Un artículo del informativo Las Noticias Gráficas publicó al respecto que “la nueva modalidad del hockey en patines de jugar con pelota, según la reglamentación de la Federación Internacional de Hockey Sobre Ruedas que se ha puesto en práctica en Chile y por primera vez en Sudamérica, gustará”. Fue el inicio de todo.
9. Último y primero. En 1949 se inscribió en la competencia de la Asociación Santiago, la más importante del país, el conjunto de Everton de Viña del Mar en el cual destacaban dos hermanos, Alfonso y Mario Finalteri. Los ruleteros se llevaron el máximo trofeo del que fue el último campeonato jugado con disco. Al año siguiente, en el primero jugado con la pelota de caucho, los viñamarinos repitieron con una formación que completaban, además de los Finalteri, el arquero Jorge Cordero más Carlos Robles y Raúl Lara. Curioso y exclusivo record del conjunto de la franja amarilla.
10. El primer referente. En aquello tiempos heroicos del hockey sobre patines chileno, el primer gran referente fue el viñamarino Raùl Garay, conocido como El Loco. Un malabarista, manejaba a la perfección el stick. Es más, se llegó a comentar que las reglas del juego se ajustaban a lo que improvisaba él en la cancha como, por ejemplo, ser el primero en detener el disco con la mano –acción que, posteriormente, fue integrada al reglamento como un artículo más-. Pero también apelaba a la picardía criolla al desconcentrar a un rival levantándole su stick con el suyo para desestabilizarlo. Obviamente, sin que lo apreciara el árbitro. Tras sus hazañas con la camiseta de Ciclón, a fines de la década de los 40 emigró a Argentina donde alineó, entre otros elencos, en Gath y Chaves de Buenos Aires y Deportivo Los Andes además de integrar el seleccionado porteño en giras por Europa.