Por sexta vez en su historia, y en un cotejo que tuvo marcados momentos -como la cuasi épica remontada del FC Porto-, el conjunto de la Ciudad Condal se impuso por 6-3 a su rival portugués y se llevó la Copa Intercontinental.
Fueron los lusos, en todo caso, los que asumieron la iniciativa, protagonizando transiciones rápidas desde las barandas para intentar la entrada en diagonal. Los culés, ante esto, optaron por el manejo de los tiempos y la búsqueda del remate de media distancia. Sin embargo, muy pronto los catalanes comenzaron a acelerar tornando el pleito en un constante ida y vuelta.
Más de conjunto la propuesta catalana, con fuertes pases para buscar la combinación y el remate a puerta, más fluida la de los lusitanos en el sentido de privilegiar la velocidad de quien llevaba la bocha para llegar a última zona rival.
Con la ventaja en el marcador, el Barcelona reafirmó sus conceptos hockísticos, posesión y velocidad -sobre todo, en la rotación de sus jugadores-, para desarmar el esquema rival bajándole sus revoluciones. Agregar a esto presión alta para alcanzar una rápida recuperación.
Aunque el Porto intentó hilvanar jugadas en ataque, el control de las acciones era exclusivo de los catalanes, quienes reafirmaban que por sobre el nombre propio estaba la consumación de la jugada por quien estaba en la posición para el remate final. Por eso, daba lo mismo si el que chuteaba era Llorca, Cervera o Panadero, el tema era que el trámite del cotejo mutó a monopolio blaugrana.
Los portugueses quedaron aturdidos, desorientados. Tanto, que en un ataque en que llegaban Telmo Pinto, por la izquierda, y Gonzalo Alves, éste último extendió el pase pensando que un compañero aparecería por el flanco contrario en vez de rematar él a puerta, lo que no sucedió perdiendo la bocha. Momentos después, el propio Gonzalo Alves intentó un ataque pero quedó rodeado por los cuatro jugadores de campo del Barza, sin que alguno de sus coequipo acudiera en su ayuda creando espacios. Esos detalles fueron los que marcaron la tendencia del primer tiempo.
Sólo en los últimos cinco minutos del lapso inicial los Dragones lucieron algo más de orden, con Carlo di Benedetto en su acostumbrado rol de punta de lanza en el segundo palo, mientras Gonzalo Alves oficiaba de atacante periférico. Ese nuevo cariz culminó con el descuento del francés en los últimos tramos de esa primera etapa.
Esa muestra se extendió en el segundo lapso, donde los portugueses lucieron más profundidad permitiendo que Sergi Fernández respondiera a cada ataque que le llevaban los lusos. Y al otro lado, Xavi Malián también respondió con los intentos culés. Como reza el argot hockístico, “partido de arqueros”.
Sin embargo, el nuevo descuento portuense -autoría de Rafa Costa- terminó por confirmar que se estaba ante un nuevo partido. A nivel general, más equilibrado. En el detalle, más fuerte mentalmente el Porto ante un Barcelona que comenzó a inquietarse por ese nuevo panorama.
La repartición de tarjetas azules, cuando el segundo tiempo promediaba el cuarto de hora, fue sólo el reflejo de lo recio de los marcajes que ambos cuadros estaban imponiendo para no dar ventajas. El detalle estuvo en que los árbitros aplicaron de manera correcta el reglamento para sancionar esas acciones -los “tres puntos buenos”, como se menciona en el rodeo, de Carlo di Benedetto, tras la portería del Barcelona, fueron demasiado obvios-.
A pesar de esos momentos un tanto caldeados, el FC Porto mantuvo la calma, rotando la pelota, midiendo sus transiciones, buscando el resquicio. Lo que consiguió con el remate de Helder Nunes para establecer el empate -los memoriones dirán que fue similar a la jugada de Osvaldo Rodrìguez en octubre del 89, en esa misma pista, cuando marcó el 3-2 que eliminó a Argentina de su Mundial-. Chute de Nunes que determinó jugar tiempo extra.
Fue en el agregado donde el FC Barcelona recuperó la memoria y sacó rápida ventaja para cerrar el tema y llevarse la Copa Intercontinental, otra vez, a sus vitrinas tal como lo logró en 1998, 2006, 2008, 2014 y 2018.
FC PORTO 3-6 FC BARCELONA
FC PORTO: Xavi Malián; Edu Lamas, Helder Nunes; Gonzalo Alves y Carlo di Benedetto -cinco inicial- Telmo Pinto, Ezequiel Mena, Rafa Costa, Diogo Barata y Leonardo País (AS). DT: Ricardo Ares
FC BARCELONA: Sergi Fernández; Xavi Barroso, Ignacio Alabart; Pau Bargalló y Joao Rodrigues -cinco inicial- Sergi Panadero, Marc Grau, Sergi Llorca, Eloi Cervera y Carles Grau (AS). DT: Edu Castro
Goles: primer tiempo: 0-1, 9’11” Ignacio Alabart (Bar); 0-2, 13’29” Sergi Panadero (Bar); 0-3, 16’04” Pau Bargalló (Bar); 1-3, 22’39” Carlo di Benedetto (Por). Segundo tiempo: 2-3, 6‘47“Rafa Costa (Por). 3-3, 22’10” Helder Nunes (Por). Primer tiempo extra: 3-4, 0’33” Marc Grau (Bar); 3-5, 1’56” Xavi Barroso (Bar); 3-6, 4’10” Pau Bargallò (Bar)
Árbitros: Franco Ferrari (Italia) y Carlos Fernández (Argentina)
Tarjeta azul: primer tiempo: 16’52” Carlo di Benedetto (Por). Segundo tiempo: 5’21” Pau Bargalló (Bar); 16’20” Pau Bargalló (Bar); 16’54” Carlo di Benedetto (Por); 17’01” Telmo Pinto (Por)
Cancha: Aldo Cantoni, San Juan
Fecha: Domingo 18 de febrero de 2024
Final Masculina Copa Intercontinental
