Es el hockista chileno que más tiempo ha jugado en el exigente medio europeo. Específicamente, en la Liga italiana donde ha lucido con las camisetas del Módena (2003-2006), Breganze (2006-2008), Correggio (2008-2010 y 2012-2013), Pordenone (2010-2011), Trissino (2011-2012), Scandiano (2013-2014) y Pieve 010 (2014 a la fecha). Pablo Jara ya está preparando lo que será su nueva incursión en el exigente campeonato de la península, sin embargo se dio tiempo para una sincera charla con Patines y Chuecas donde emitió interesantes conceptos.
-Pablo, vas a comenzar a jugar tu temporada número 13 en la Liga italiana. ¿Cuál es el secreto para mantenerse en ese exigente nivel?
-Secretos no hay. Es dedicación, algo que se tiene desde nacimiento, creo. Porque si se va a la biblioteca y se busca libros de deportistas las historias son similares en lo que respecta a sacrificio, dedicación y amor por lo que se hace. Siempre ha sido así. Te doy un ejemplo: en estos momentos estoy de vacaciones, en la playa. Mi esposa y mi hijo están descansando a esta hora de la tarde, aquí en Italia. Y yo estoy corriendo. Ése, creo, es el secreto que todos conocen. La receta es esfuerzo, dedicación y pasión.
-Cuando debutaste en la Selección Nacional hace quince años, justamente con 15 años de edad, comentaste que te habías prometido jugar y vivir en el extranjero.
-Gracias por recordármelo, se me había olvidado lo de la promesa. En efecto, hace quince años me prometí lograr jugar afuera, vivir afuera. Mis padres siempre lo supieron, lo esperaron. Y cumplí, estoy bien acá, voy a comenzar un nuevo campeonato, he jugado en siete clubes, también copas europeas y los play offs en Italia junto a hockistas de primer nivel. He tenido suerte. Y espero que sean hartos años más, esperando que mi hijo juegue para terminar mi carrera formando con él. Ese será otro sueño por cumplir. También, ser reconocido como el jugador chileno que ha jugado más años en un Liga europea. Creo que eso sería único, ¿o no?
-En la temporada pasada el Pieve descendió a la Serie A2. Sin embargo, nos enteramos que se mantienen en la Serie A1. ¿Cómo sucedió esto?
-Descendimos por diferencia de goles, pero uno de los equipos que se mantuvo arriba no se inscribió para la nueva temporada, por lo que nos ofrecieron mantenernos. Y con la experiencia del año pasado, sólo quedamos dos jugadores del plantel –Mattia Civa y yo- y se compraron otros ocho en lo que se cuentan al portugués Sergio Silva, al brasileño Cacau y al español (Juan José) López, que son espectaculares.
-Por lo tanto, con este renacimiento en la serie superior y la renovación prácticamente total del equipo, se intuye que el gran objetivo del Pieve en la temporada que viene es quedar entre los ocho mejores para clasificar a los play offs por el Scudetto.
-Sí, ciertamente. El objetivo primero es salvarse, pero también es casi una obligación quedar entre los ocho. Y ojalá entre los seis primeros porque eso nos permitiría jugar la Euroliga. Y eso, para un club joven como el Pieve, sería una cosa genial.
-A pesar de que en el hockey moderno las posiciones en la cancha son nominales, ya que los cuatro jugadores de campo atacan y defienden, ¿cuál es hoy tu ubicación nominal? ¿Continúas como atacante neto, o te han retrasado para aportar la pausa?
-Digamos que con el tiempo he cambiado mi rol. El año pasado jugué de centro-ala (nota del autor: símil italiano de los Wines Armadores establecidos por Oscar Ahumada), que trabaja en las dos áreas, lleva pelotas y coloca pausas. Creo que el año que viene seré alero, eso es muy probable por los jugadores que llegaron. Yo me adapto, no tengo problemas en lo que el técnico y el equipo necesite.
-Inevitable preguntar lo siguiente: el tema de la Selección Nacional, ¿está totalmente cerrado para ti?
-Sí, está cerrado. Lamentablemente, pienso de modo diferente respecto a los actuales procesos, de las personas que los manejan y que por tanto deciden en el ambiente de la Selección. No jugaré más por mi país, además que las cosas no cambiarán. Eso sí, me gustaría alinear en algún Panamericano o Sudamericano; o también, por algunos meses –en junio y julio- por algún club chileno ya que hace muchos años que no lo hago. Y también, porque nunca he jugado campeonatos sudamericanos o panamericanos. Extraño, ¿no?
-Sueña extraño considerando el hecho de que seas el mejor hockista chileno de los últimos años. En fin, mencionaste al inicio de esta charla que quieres jugar hasta los 45 años. ¿Eso sería allá en Italia o alguna opción cumplir eso en un potencial retorno a Chile?
-Me gustaría jugar hasta esa edad, porque acá en Italia es más común. Y sobre todo, por el hecho de poder compartir la pista con mi hijo… esperando que juegue, obviamente. Ahora, por el tema de volver a Chile creo que no será así porque mi esposa y mi hijo son italianos. Yo también desde hace seis años, al tener doble nacionalidad. También aquí tengo mi casa, mis trabajos. Mis sueños están acá. Llevo casi trece años en Módena, casi la mitad de mi vida. Aquí crecí como persona y profesional. Vivir en Módena con mi familia es mi deseo más grande. Pero sobre jugar un lapso por allá, tal vez en junio y julio en las finales de la Liga. Nunca se sabe…
-¿Qué jóvenes valores chilenos, tanto en damas como en varones, tienen mejores proyecciones a futuro según tu opinión?
-A ver, tengo que recordar que hacía mucho tiempo que no había ido a Chile por lo que me es difícil decir quién puede tener proyección. Ahora, cuando estuve por allá ahora en mayo hice una clínica en el León Prado donde participaron muchos niñitos y algunas mujercitas. Y debo decir que encontré muchos niños capaces, con muchas ganas de aprender. Algunos con talento y seguramente alguno de ellos podrán tener proyección. Por lo menos, de los que vi en el León Prado hay niños con proyección. Dentro de los más grandes, en la parte femenina conocí a la primera generación de chicas que hoy deben estar entre los 33, 35 años como Bárbara Palma. Ahora, la Catita Flores ya no es proyección sino que una confirmación. También, Francisca Puertas o la chica que está en Portugal (Macarena Ramos). Hay mujeres que están haciendo cosas geniales. Ahora, si se trata de niñitas chicas en la clínica que te mencioné vi a la hija de Mariano Felipe, que es muy buena jugadora. En cambio, por el tema de los hombres hicimos un partido amistoso contra el León Prado; jugamos los que estuvimos afuera, con mi hermano (Patricio Jara, jugador de Llano Subercaseaux senior), Rómulo Vargas y algunos amigos míos como (Diego) Chino Jiménez, Alonso Jiménez y (Cristián) Gato Martínez. Tengo una familiaridad con (Gabriel) Tudela, que es sobrino de mi cuñada, y debo decir que el Gabrielito es un buenísimo jugador. Hockistas más jóvenes no conozco, pero me dicen que Gabriel Cea es un buen jugador. Conozco al Nico Flores, pero ahí ya hablamos de jugadores más grandes, de 24 ó 27 años de edad.
-Finalmente, considerando que estás entre los más destacados hockistas chilenos junto a Raúl Garay, Alfonso Finalterri, Sandro Pifferi y Osvaldo Rodríguez, ¿cuál para ti es el mejor de la historia?
-Sólo vi jugar a Osvaldo, mientras que a Finalterri y Pifferi los conozco y sé quiénes son pero jamás los vi en acción. Como de igual manera con Garay. Pero yo incluiría también a Eduardo Cleveland y al (José Antonio) Toño Espinoza. Otro análisis sería el hecho que de todos estos soy el que más tiempo lleva afuera y, seguramente, solamente porque tengo 30 años será difícil que otro supere ese objetivo. Sería una cosa genial ser reconocido dentro de los mejores o el mejor. Pero eso no lo decido yo, lo debe decidir la gente que sabe.