Mostrando sus argumentos, el cuadro germano superó en todo sentido al norteamericano. Mejor anticipación, mejores desplazamientos, más orden táctico copando espacios. En fin, un equipo contundente.
Las Gringas sólo tienen como fuerte la marca y el no bajar los brazos. Pero eso en un Mundial no alcanza para ganar. Las representantes del Tío Sam no tienen un padrón de juego definido, sino que dependen en parte de lo que haga Kylie Hughes, quien muestra atisbos de habilidad.
En el caso de las alemanas, su libreto mil veces repasado puede ser su propia contra ya que al ser todo mecánico se puede anticipar lo que pueden hacer. Siendo como equipo una maquinita, le falta la jugadora que se salga de dicho libreto, que descompagine al rival.
A fin de cuentas, Alemania ya firmó su estadía en los Cuartos de Final. Sólo le falta conocer si va como ganador de la Zona C o como segundo.