Los Siete Pecados Capitales de Chile Ante Francia

Sí, es fácil hablar después de la batalla donde todos pueden otorgarse el grado de general. Sin embargo, en la derrota del jueves ante las galas, que dejó a Chile fuera de la ronda de los cuatro mejores del XIII Mundial Femenino, el representativo nacional cometió una serie de errores que, a la larga, costaron caro.

* No hubo retención de bocha en los momentos claves: La instrucción en los últimos minutos era cuidar la pelota –“tienen que llevarlas hacia arriba” dijo el DT Rodrigo Quintanilla, en el minuto solicitado por Chile cuando restaban 3’ para el final-, incluyendo incluso ubicarse tras el pórtico rival con tal de matar segundos. El tanto del empate 2-2 y el Gol de Oro nacieron de una pérdida de la pelota en la retaguardia francesa que permitieron la salida rápida, virtud del representativo galo, para cobrar.

* ¿Dónde está Alexa?: En el segundo tiempo Chile se la jugó en ofensiva, eso se agradece. Pero sacrificó una zaguero propiamente tal -Alexa Tapia- para tener en el campo jugadoras con neta mentalidad de atacante, zaguero que sólo retornó a la cancha cuando empataron las francesas. Es verdad que en el hockey de hoy lo de las posiciones en el rectángulo es nominal, ya que los cuatro jugadores de campo deben saber atacar y saber defender. Pero en labores cruciales como los últimos minutos del tiempo reglamentario, se necesitaban nombres con labores específicas para cuidar la mínima ventaja. “Alexa Tapia no es para estar en la banca. Y Fernanda Urrea no es último defensa, ella es conductora y goleadora”, dijo Jorge Andreu, mundialista en 1980.

* Maldita ansiedad: Con el transcurrir de los minutos, las chilenas se fueron enredando en su ansiedad para resolver rápido el asunto. Dicha ansiedad conllevó dosis de cansancio que fue perjudicando a las nacionales y, de paso, espantaron su seguridad en sí mismas. Faltó el elemento para calmar a Las Marcianitas, el nombre que pusiera los paños fríos como dice el lugar común. Calma que permitiera aclarar las ideas y encarar de mejor forma la jugada. El mejor ejemplo de aquello fue lo sucedido en el alargue de la final del 2006 ante España.

* Estado físico: Aspecto demasiado importante a esta altura del campeonato. En el tiempo de alargue las hockistas nacionales estaban jugando con lo poco y nada de energía que les quedaba. Algunas, como Beatriz Gaete, terminaron literalmente reventadas. En el momento clave, falló el estado físico.

* Cambio de estrategia: El remate de distancia en los primeros tramos del juego fue elemento interesante del ataque chileno. Pero después el tema se saturó y la portero francesa Flora Michoud-Godard ya ni se inmutaba estirando el brazo para desviar la bocha. Algunos ex seleccionados nacionales y entrenadores opinaron al respecto. Hugo Valdivia -mundialista en 1962 y 1966- opinó que “lo aconsejable era jugar un 2-2 para que las delanteras Marcianitas más hábiles se jugaran la personal en pos del gol de oro y las de atrás, para detener los contragolpes franceses y así darle apoyo a nuestra arquera”.

* ¿Por qué no hubo cambios en el alargue?: Derivado de lo anterior, las cuatro jugadoras de campo -Alexa Tapia, Fernanda Urrea, Francisca Donoso y Francisca Puertas- estaban con lo último de energías en el tiempo extra. Había en la banca un par de jugadoras descansadas que podrían haber refrescado al equipo en esos minutos cruciales. Tal vez era mejor arriesgar un cambio de mano que mantener un esquema que el rival ya le había tomado, justamente, la mano.

* El moribundo salió de la UCI: El quinteto galo se la jugó –“no teníamos nada que perder” dijo, posteriormente, Vanesa Daribó- y Chile, apurado porque no lograba colocar la rúbrica al tema, comenzó a enredarse. Todo eso revivió al elenco europeo. El resto de la historia es conocido…