Ley de Reyes (79): Uso de las Tarjetas Por los Árbitros

En artículos anteriores se habló de la aplicación de las tarjetas y también se consideró que dicha aplicación se producía por una falta de control del arbitraje, por poca colaboración de los deportistas o simplemente por mala actitud de jugadores al cometer faltas hacia un adversario ya sea por impedir una situación de peligro hacia su equipo, por revanchas entre jugadores o simplemente por violencia desmedida o mala intencionalidad. Para abordar esta temática, los conceptos pertenecen a Luis Reyes Catalán, profesor FIRS.

-Profesor, ¿cómo se puede definir la comunicación de los árbitros a través de las tarjetas?

“Las situaciones anteriormente expuestas provocan que el árbitro en cuestión, tendrá que realizar su comunicación por medio de tarjetas evaluando la gravedad de lo acontecido. Generalmente, dichos procedimientos traen consigo irregularidad en el juego, mayor preocupación en el arbitraje para sacar el partido de la mejor forma posible, provocando además situaciones de desaprobación de los afectados con reclamos e incluso con reclamos desmedidos, desacuerdos y resistencia desde la banca exigiendo explicaciones de por qué esas sanciones.

“Incluso, En el artículo 17 del reglamento, da facultades de dialogo verbal a los árbitros como por ejemplo:  “5.1 En relación al ENTRENADOR PRINCIPAL de cada equipo, los ÁRBITROS PRINCIPALES deben consentir un “diálogo esclarecedor” sobre sus decisiones, siendo este de corta duración y efectuado con corrección, sin consentir un largo diálogo que pueda transformarse en protesta pública”.

“En algún momento con mayores dificultades  e incluso cuando finaliza el partido el reglamento también  destaca lo siguiente:  refiriéndose al  mal comportamiento dentro de la pista : “En la parte final de los partidos pueden ocurrir situaciones más complicadas, siendo importante que los ÁRBITROS PRINCIPALES no pierdan la perspectiva de los hechos y tomen con serenidad las decisiones más correctas, sin vacilar –siempre que sea necesario– en intercambiar palabras breves, uno con el otro, para definir la mejor decisión a tomar, en particular si han ocurrido tumultos o protestas generalizadas, en que es importante que los ÁRBITROS PRINCIPALES se apoyen mutuamente y se mantengan en comunicación.

4.1. En la “ACTA OFICIAL DEL PARTIDO” se deberá anotar la acción disciplinaria ejercida por los Árbitros en lo que respecta a las amonestaciones verbales y la exhibición de las distintas tarjetas (azul y roja).

-Con todo esto, pareciera que no hay nada mejor que las tarjetas para comunicarse en la cancha…

“Por eso es que las tarjetas son la forma más firme y directa de evitar el diálogo entre árbitro y deportistas, ya que éstas hablan por sí solas con el color azul y roja que estas poseen, como reguladoras de disciplina ante las faltas graves (azul) y muy graves (roja).

“Lo que ocurre en lo anterior con las faltas leves están incluidas en las faltas de equipo.  ¿Pero qué ocurre cuándo es una situación que sobrepasa los límites leves o menos graves sin llegar a una tarjeta azul? Está claro, existe la amonestación verbal, pero es justamente lo que lleva al árbitro a dialogar con el jugador y a veces en momentos con el ardor del partido al máximo. Eso deriva en que exista un dialogo más fuerte entre ambos, haciendo valer la diferencia de roles entre sí.

“Es indudable que falta el calmante que se necesita para que exista un detención de ímpetus en lo que podría avanzar hacia una situación más grave. En relación a eso en lo personal creo que la ELIMINACIÓN DE LA TARJETA AMARILLA AÑOS ATRÁS, no ha sido de una gran ayuda, ya que gracias a esa tarjeta, se podían evitar  situaciones de mayor gravedad y más grandes sanciones. Además le quedaba registrada al jugador en la hoja del partido, lo que indudablemente lo hacía frenar sus impulsos fuera de control.

“Es de esperar que la World Skate, la organización madre de este deporte, lo analice y la vuelva a incluir en el reglamento de juego, evitando así el acercamiento de dialogo entre arbitro y jugador ante una situación que los enfrenta por sus roles diferentes. Así se considere como una real advertencia definida en imagen y gestos no verbales para que el deportista pueda mejorar su comportamiento acatando y así estar acorde a los principios éticos y deportivos del hockey sobre patines”.

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