A fines de mayo de 1977 en nuestro país la entonces revista Foto Sport -que en aquellos días quería perfilarse como la competencia de la clásica publicación que fue conocida como Estadio– editó una crónica en la que daba cuenta del arrastre que estaba teniendo en Norteamérica el llamado Broom Hockey o Hockey Escoba que habían creado algunos estudiantes de la Universidad de Texas.
“Quizás este deporte se originó en la consideración que algunos hicieron en el sentido de que el hockey sobre hielo estaba quedando un poco anticuado. Así es que para modernizarlo agrandaron la pelota usando una de goma más grande y en lugar de la tradicional ‘chueca’ comenzaron a emplear ¡una escoba!” escribió la revista.
De acuerdo a la información con la que se contaba, eran equipos mixtos que jugaban en la pista de hielo con zapatillas. Así que, además de los intentos de chutes con la escoba, los resbalones de los deportistas eran parte de cada partido de este Broom Hockey.
En nuestro país, en noviembre de 1980 hubo manifestaciones del hockey-escoba propiciadas por el entusiasmo que hubo entre niñas y niños tras presenciar por televisión los partidos de Chile en el Mundial disputado en Talcahuano.
En internet se puede encontrar que hoy, casi medio siglo después, se continúa con la práctica de esta nóvel disciplina. Con algunas variaciones como jugar con pelota de tenis en vez de pelota de plástico, no así con el puck del hockey-hielo porque es muy difícil chutearlo con la escoba.
Mínimo deben ser tres jugadores por lado y que el tiempo de juego es de 15 minutos por lado en cada partido que, se sugiere, se dispute en un rectángulo de similares medidas que uno de básquetbol.
Con tal que no se le ocurra a alguien cambiar las chuecas o sticks del hockey tradicional por palos de escoba, todo bien. Total, “en gustos no hay nada escrito” finalizó su crónica la revista Foto Sport.
