Este viernes, el representativo de Concón disputará el partido más importante en sus catorce años de desarrollo del hockey-patín en la costa central. Será en la pista del IDF, en La Florida, ante Bata con el que definirá el título del Apertura de la competencia metropolitana.
Un detalle: desde el inicio de las competencias del hockey sobre patines en 1950, el término Campeonato Metropolitano siempre ha integrado a clubes de la capital y de la Quinta Región. De ahí que no es errado señalar lo de “competencia metropolitana” en la que han intervenido los equipos viñamarinos Ciclón, Camuvi, Univec, Comercio, Los Extraños y Viña Patín. También, Hockey San Antonio a principios de los 80.
Certamen en el cual se han cumplido ya 43 años en que un equipo que no es de Santiago levanta el máximo trofeo. Por eso, si Kellun se impone ante los batinos igualará lo hecho, en su momento, por los viñamarinos Everton en 1950 y Pepsi-Ciclón en 1980.
Ruleteros. En 1950 el hockey chileno adoptó el jugar con bocha, reemplazando al disco de madera, y jugando con los cinco deportistas que hasta hoy exige el reglamento y no seis como se estilaba cuando se golpeaba la circunferencia de leño. De esta manera, nuestro país ingresó a la normativa internacional gracias a los oficios del técnico de Audax Italiano, Rafael Casali.
En ese escenario, Everton liderado por un par de hermanos que en el corto plazo darían que hablar, de nombres Alfonso y Mario Finalteri, aparecía como uno de los candidatos gracias al título obtenido el año anterior, en el último campeonato santiaguino disputado con disco.
Su equipo –“dominadores de pelota e inteligentes” escribió la prensa especializada de la época- lo conformaban el arquero Jorge Cordero más Carlos Robles, Raúl Lara y los mencionados Finalteri –así con sólo una “r”, lo de las doble “rr” se debió a un error de los redactores de aquellos años-.
En aquella temporada los evertonianos se impusieron de forma invicta gracias a los triunfos sobre Universidad Católica, Palestino, Unión Española, Ferrobádminton y Maestranza Central de San Bernardo; más sendos empates con Audax Italiano y Victoria de Peñaflor.
El poderío de los ruleteros que se insinuaba a partir de esa corona quedó en eso, ya que muy pronto los hermanos Finalteri emigraron a Santiago para fichar en Audax y comenzar el llamado Imperio Verde en la escena nacional. Pero ésa es otra historia.
Ciclonenses. Tres décadas después, el linajudo Ciclón de Viña había evitado el descenso a Segunda División tras una dramática definición con León Prado B. Por ello, para 1980 y con el afán de no vivir nuevas zozobras, la dirigencia aceptó la propuesta de la firma Pepsi para auspiciar al equipo, con el compromiso de unir ambos nombres en uno solo. De esta manera, nació Pepsi-Ciclón.
Dicho respaldo permitió el fichaje de una verdadera Selección Chilena ya que llegaron hasta Viña, cada uno con su peso hockístico específico, Eduardo Tapia, Osvaldo Rodríguez, René Muñoz, Luis Coloma y Rodrigo Bendeck todos partes del proceso para el Mundial de Talcahuano de aquel año. También, el arquero Rodolfo Huerta. Literalmente, un Equipo de Estrellas dirigido por el referente ciclonense Hugo Valdivia.
Rivales en esa temporada fueron Universidad de Chile y Thomas Bata, Stadio Italiano, Audax Italiano, UTE, Universidad Católica y Red Star. Testigos directos del derrotero que llevó a Pepsi-Ciclón al título metropolitano, sacándolo por segunda vez de la capital.
Sin embargo, el proceso no alcanzó a durar el año. Por un lado, por la partida de algunos de sus jugadores -Eduardo Tapia al Sertaozinho brasileño, Osvaldo Rodríguez a Thomas Bata y René Muñoz al Melbourne Mordialloc de Australia- tras el Mundial; por el otro, la sugerencia de la firma de la gaseosa de cambiar el color del uniforme ya que el rojo identificaba a la bebida de la competencia y de también cambiar la sede desde Viña del Mar a la comuna de Providencia, en Santiago, lo que no gustó a los socios del club. Todo eso derivó en el fin de esta alianza comercial-deportiva.
Apoyo. Con la opción de unirse a esta exclusiva galería, se anuncia que el elenco kellunense estará masivamente apoyado en la definición de este viernes ante Bata. Porque el alcalde de Concón, Freddy Ramírez Villalobos –quien se ha transformando en un hincha del equipo, apoyando las iniciativas que la institución fomenta-, gestionó en persona el bus que trasladará hasta la pista del Balneario Municipal de La Florida no sólo al plantel deportivo sino que a una parte de la bandita que acompañará al representativo. El resto, lo hará en movilización propia para colmar las tribunas de la pista del IDF.
Es que sienten en el ambiente un aroma a hito histórico, tras 43 años de espera…
