Hay partidos en que el peso específico de las individualidades vale más que una estrategia de juego determinada o, simplemente, contar con un hombre más en el embaldosado. Esto fue lo que sucedió en el comienzo de la última fecha del Apertura cuando Llano Subercaseaux lamentó las ausencias obligadas de sus dos principales referentes, José Antonio Oñate y Eduardo Cleveland. Ante tal coyuntura, se vio obligado a debutar Miguel Lorca, aún convaleciente de una severa lesión en su brazo izquierdo. Aun así, el nacido en el León Prado Rojo se las arregló –muy bien respaldado por Jaime Contreras y Jorge Miranda- en superar a un Deportivo que le faltó instinto asesino para abrochar el partido cuando tuvo todo a su favor, sobre todo en el comienzo del segundo tiempo con la cuenta empatada 3-3. Victoria importante para los sanmiguelinos que les permitió asegurar un cupo en el podio del Apertura.
Los albicelestes se despidieron de la primera parte de la temporada con una contundente goleada ante un cuadro de Villa Macul que no supo ofrecer mayor resistencia. Mejor para O’ Higgins fue el hecho que lucieron todo su poder de fuego ante su mentor hockístico, el que los formó en el Parque a principios de los 80 porque en las tribunas los observaba su ex técnico Antonio Luna, radicado hace ya casi dos décadas en Australia y quien está de visita en nuestro país.
Tras su gira por Colombia, donde anotó el subcampeonato en el Torneo de Veteranos en Barranquilla al caer en definición a penales, se pensó que Instituto Miguel León Prado continuaría en Peñaflor la racha exhibida en el Caribe. Sin embargo, se topó con la Máquina de Villa Macul que lo superó contundentemente. De paso, Daniel Díaz, el Hijo del Acero, se afirmó como el goleador del Apertura totalizando 56 tantos en sus once partidos jugados.
Los del Físico abrocharon su título imponiéndose, con claridad, ante los cruzados que de todas maneras exhibieron lo suyo pero no les alcanzó. Este primer lugar, qué duda cabe, dejó a los umceanos muy bien perfilados para una potencial clasificación a los play offs.
El Clásico del Acero cumplió con las expectativas ante el choque de dos equipos que son clones, prácticamente. Como se suponía, la diferencia en el marcador fue mínima entre dos elencos cuya escuela hockística les enseñó buen patinaje, mejor manejo de la chueca y, sobre todo, estrategia para imponerse al rival de turno.
El cierre del Apertura fue con honores tras el apretado triunfo de los sureños sobre los comunales, cuyos principales referentes –como Aldo Diomedi- llegaron a Peñaflor con el background acumulado en la incursión leonpradina por Barranquilla.