La leyenda cuenta que algunos de los iniciadores del hockey-patín en nuestro país, en la década de los 30, se inspiraron en una película sobre hockey-hielo que vieron en las jurásicas matinés en los cines del centro de Santiago.
Unos ochenta años después, esa disciplina sobre pista helada es una realidad en Chile. Específicamente, en Punta Arenas. La urbe más austral del mundo es el epicentro de esta actividad, reducida en cuanto a exponentes pero mayúscula en pasión.
Sus orígenes se remontan a mediados de los años 80, cuando un adolescente Alejandro Traba practicaba la disciplina sobre un lago congelado cerca del Estrecho de Magallanes. Su interés aumentó, posteriormente, cuando vivió en Estados Unidos, donde jugó en Oakland. Ese acervo lo transmitió en su retorno al extremo sur chileno, reuniendo a sus amigos con los que patinaba en el mencionado lago.
La actividad fue perfeccionándose de a poco y se consiguió una pista para disputar partidos ante el público. El círculo se completó el 23 de noviembre de 2012 con la fundación del primer club chileno de este hockey, Los Nórdicos.
Esta institución, liderada por Alejandro Traba, ha fomentado este deporte con partidos en la pista Coll Center de la ZonAustral, en la Zona Franca puntarenense. Ahí se han enfrentado con equipos argentinos –Cau de Ushuaia y Dragones de Río Grande-, canadiense –Los Ghetto Blasters- e ingleses –Los Falcons de Blackburn-. Y también, contagiar ese empeño con la fundación de otros equipos chilenos, también en Punta Arenas. Hablamos de Killer Puck y Kotaix.
El objetivo de los hockistas sobre hielo nacionales es establecer la Liga Regional y conformar la Selección Chilena que llegue a la competencia olímpica.