En los últimos seis lustros, las pruebas en pista y fondo han acrecentado los triunfos de nuestro deporte a nivel internacional. Tal ha sido su importancia que dos de sus exponentes, incluso, han sido designadas como la Mejor superando a ilustres de otros deportes. Sus resultados confirmaron aquello.
Ruby Ibáñez: La primera gran referente de las carreras, gracias a sus triunfos en la década de los 80. Sobre todo, en 1985 tras el Sudamericano disputado en el Patinódromo del Parque O’ Higgins lo que propició que la prensa señalara que en aquel año esta disciplina alcanzó “su mejor expresión”.
Marcela Cáceres: Pentacampeona panamericana, la primera chilena que subió a un podio de un Campeonato Mundial y ser ungida como la Mejor de los Mejores en 1995 ahorran todo comentario. Además, fue la abanderada de una brillante generación de corredoras que incluía, entre otras, a Carolina Varela y Tamara Cerda. Con todo lo que logró, Marcela Cáceres tiene asegurado su lugar en la historia del deporte nacional.
Carolina Santibáñez: Explotó tras las cinco medallas que ganó en el Mundial de 1999, siendo ungida inmediatamente como la sucesora de Marcela Cáceres. Posteriormente, se adjudicó cinco preseas más en los certámenes planetarios más una plata en los Juegos Panamericanos de Río 2007. Hoy es entrenadora, buscando nuevos valores para la disciplina.
Catherine Peñán: Tras adjudicarse una presea de plata y tres de bronce en el Mundial juvenil de Barquisimeto, Venezuela, fue apuntada por la prensa como “el gran nombre a seguir” en las pruebas de fondo. En total, en los cuatro mundiales en que participó anotó cuatro medallas de oro, tres de plata y cinco de bronce.
María José Moya: ¿Qué más se puede decir de la popular Pepa? Cinco veces campeona mundial y el haber sido elegida la Mejor de los Mejores en 2015 son sólo la portada de su brillante carrera. Y ahora continúa en su intención de defender a Chile en los Juegos Olímpicos de Invierno compitiendo en las carreras sobre el hielo.
