A la edad de 94 años, en su domicilio de avenida Lazo pasadas las 15 horas de este miércoles, dejó de existir Cipriano Fernández de Retana Subijana, quien en su rol de hermano marianista apoyó a un grupo de sus alumnos del Instituto Miguel León Prado en 1954 para iniciar la historia del hockey sobre patines en el mencionado establecimiento de la comuna de San Miguel.
El Profe Retana, como era conocido por sus estudiantes, era vasco de nacimiento y sólo tenía 26 años cuando llegó al país en 1949 integrando la delegación de la Congregación Marianista que tomó a su cargo la dirección del IMLP. En su rol como maestro, tuco a su cargo las asignaturas de Matemáticas, Física y Educación Física. Exigente y riguroso en el aula, era el primer entusiasta en las actividades fuera de la sala de clases. De hecho, además de fomentar el deporte en el colegio leonpradino, también se preocupó de otras actividades como la formación del primer Coro que tuvo el mencionado colegio.
En el León Prado Cipriano Fernández de Retana se mantuvo hasta 1959, momento en que se trasladó hasta al Instituto Linares para continuar con sus labores en el magisterio. Esa fue su última estación pastoral antes de retirarse de la Congregación a fines de 1960.
La historia. Tal como ya se enunció, fue en 1954 cuando Fernández de Retana supo que un grupo de sus alumnos de Tercero de Humanidades se reunía a improvisar pichangas hockísticas golpeando una pequeña pelota calzando viejos patines Huinchester, de una forma muy rudimentaria, en un patio de cemento de la plaza Placer, en el barrio Franklin.
El Profe Retana ni siquiera había visto hockey en su país natal, España. Sin embargo, comprendió que era una diversión sana de sus pupilos y que no había que dejarla pasar. Por eso, se comprometió con esa chiquillada e intercedió por ellos ante el rector del colegio, el padre Cayo Ruiz de Gamboa para conseguir apoyo formal del establecimiento.
El director también se contagió con el empeño de los hockistas y autorizó que la novedosa disciplina fuera incluida como actividad en la malla del establecimiento. Además, y tras las debidas gestiones, se importaron desde Europa implementos como rodilleras, canilleras, patines y sticks. También, los que podían, compraban sus propios patines en la Casa Deportiva Alonso, ubicada en la Alameda Bernardo O’ Higgins número 2815. El resto de la historia es conocida…
Homenajes. Afortunadamente, el club de hockey León Prado, a través de su presidente Juan Zúñiga le realizó un homenaje en vida a Cipriano Fernández de Retana en diciembre de 2016, iniciando un campeonato de verano en su honor del cual, hace una semana, se disputó la segunda versión.
Sus restos están siendo velados en la Parroquia San Miguel, Gran Avenida 3520, esperándose la fecha de sus funerales.
Patines y Chuecas adhiere al momento de la familia Fernández de Retana y entrega sus condolencias a su hijo y nieto. Descanse en paz Profe Retana y gracias por su entusiasmo para con esos mozalbetes que vio jugando en Franklin, hace 64 años. Sin esa visión que usted tuvo, otra habría sido la historia del hockey-patín chileno.