Llegó hace un par de años, sin llamar la atención, a León Prado. Sólo con su bolso y sus indumentarias del hockey. Apenas se sabía que este tipo de contextura delgada y cara de niño era de San José de Jachal, distante 159 kilómetros al norte de San Juan hasta donde llegó para alinear por Unión Estudiantil. Desde ahí cruzó el Túnel Los Libertadores para protagonizar su aventura en el representativo institutano. Para formar en el Primer Equipo y dirigir a los equipos infantiles, alcanzando en el Clausura de este año el título metropolitano con la Sub 17 Femenina.
Cierre ideal porque Nahuel Pereira Luna, nuevamente, tomará su bolso y sus implementos para iniciar un nuevo derrotero hockístico. Esta vez en el Nantes de la N1 Elite francesa.
“Esta posibilidad surgió hace poco. Desde chico anhelaba y me ilusionaba con poder irme a jugar a otro país y muchos más a Europa. Esta oportunidad surgió a través de un ex compañero de Estudiantil, club en el cual me crié y formé durante más de 10 años. Él me contactó y me propuso ir a jugar al club Nantes” señala el Nahui a Patines y Chuecas.
Por eso, las fiestas de fin de año van a pasar rápido porque, entre trámites varios, “me debería incorporar al equipo en la segunda quincena de enero”.
El nuevo desafío será con el aval del mencionado título que anotó con sus dirigidas, tras el 2-1 a Bata en Peñaflor. El mismo rival ante el cual perdió la corona del Apertura sólo por diferencia de goles.
“Fue una experiencia verdaderamente especial y valiosa, tanto a nivel personal como profesional. Fue un título que requirió un gran esfuerzo y dedicación en lo físico, táctico y psicológico. Me siento profundamente satisfecho y feliz por haber tenido la oportunidad de ser parte de la historia de este emblemático club” definió al respecto.
Tras esto, en la hora de la partida “sólo tengo palabras de agradecimiento para la gente del León Prado. Por el apoyo, cariño y confianza que depositaron en mí. Es algo que siempre voy a recordar. Tuve la oportunidad de conocer a increíbles personas, jugadores y, sobre todo, amigos. Siempre va a quedar la posibilidad, por lo menos de mi parte, de volver a mi segunda casa como digo yo, el lugar que me vio crecer y confío en mi desde el primer día. Será un honor y orgullo para mí el día de mañana volver a vestir la remera del León Prado” concluyó.
