
Lamentablemente, lo que se había previsto tras lo vivido en otros países -como la encerrona a hinchas rivales en Portugal- se concretó en nuestro país. En la noche de este sábado, el árbitro Álvaro Meza fue blanco de un ataque por parte de mal llamados “hinchas” de la actividad al encontrar que su camioneta había sido, literalmente, embarrada.
Este condenable hecho sucedió en los estacionamientos de la cancha de Padre Hurtado, tras el final de la jornada con el partido en la categoría Adultos Masculino entre Barcelona Marruecos y Sagu. Tras lo acaecido, gente del club Barcelona asistió al juez Meza para limpiar su camioneta.
Fuentes oficiales de Achar declararon a Patines y Chuecas que “sabemos que hay gente positiva en el hockey, pero también sabemos que hay gente que no quiere a los árbitros. Nos han tratado mal, pero nosotros hemos guardado silencio para no decir nada en contra de la actividad, pero esto ya no da para más al agredirnos de esta manera. ¿Qué vendrá después? Si no quieren árbitros, que nos lo digan”.
Por lo mismo, el cuerpo referil aseveró que “instamos a los directorios de Liga Central y de la Federación Deportiva Chilena de Patinaje a iniciar las correspondientes investigaciones y aplicar las medidas que correspondan. Esto no puede quedar así”.
Esta situación se une a lo sucedido hace un par de semanas por calificativos injuriosos, en la jornada en las categorías recreativas entre León Prado y Red Star, que llevó al cuerpo arbitral a iniciar acciones legales en los tribunales civiles.
A nivel macro, esta patología de agresiones se había manifestado ya en Argentina, con la pelea registrada tras la final de la Superliga entre miembros de los clubes Cetro Valenciano y Olimpia, en diciembre pasado; y en Portugal, con la ya mencionada encerrona de seguidores del Sporting Lisboa sobre cinco de sus pares del Porto. Ahora fue el turno del hockey chileno. ¿Qué vendrá después? ¿Una emboscada? ¿Un asesinato por no estar de acuerdo por un cobro arbitral?
Condenable, pero deben reconocer que tienen árbitros malos y prepotentes. Más que tomar el rol de víctimas deberían validar la calidad de los árbitros que tienen y buscar la forma de subir la vara, creería que capacitaciones y evaluaciones son requeridas con urgencia, es raro también que algunos árbitros tengan hijos en clubes ¿Dónde queda la imparcialidad ahí?
Insisto, deberían armar un plan de mejorar y dar visibilidad a los clubes de esto y pedir el apoyo necesario, pero con un plan en mano.