Se puede discutir que el cuadro siderúrgico se refugia en su cuadrado chico esperando el momento del contragolpe ante un rival complicado. Pero lo que no se puede poner en duda que esa estrategia es efectiva y se traduce en resultados. Es su escuela y la mantienen a la perfección. Ahora le tocó a los marianistas no poder desenredar el enigma de acero.
El primer empate de la temporada. Merecido lo hecho por lo sureños, ante el representativo de la Villa Macul que no levanta cabeza.
Los sanmiguelinos reafirmaron su opción imponiéndose ante un rival que la lógica presentaba como abordable. Oñate y compañía no se despegan del podio del certamen.
La Máquina de Villa Macul lo hizo otra vez. Y, mejor aún, su goleador Daniel Díaz, el Hijo del Acero, quien ahora se matriculó con nueve tantos que lo afirman como el máximo artillero.
Los acereros capitalinos fueron los grandes ganadores de esta doble jornada, al sumar seis unidades que los deja en un decoroso puesto en el escalafón.
Los del Físico no se dejan amedrentar por sus más inmediatos escoltas –Old Red Star y Llano Subercaseaux- y cumplen la tarea con su correspondiente cuota de goles. Ahora el turno fue de los o’ higginistas que no pueden traducir en resultados el buen despliegue que tienen sobre el embaldosado.