1994: El Tercer Mundial en Casa

Ausente el hockey chileno de la cita mundialista de la Serie B disputada en Andorra en 1992 –donde en la previa se le daba como cabeza de serie-, dos años después tuvo la oportunidad de su redención jugando en casa. Específicamente, en la pista El Llano en San Miguel y en el Gimnasio Municipal de Rengo.

Fue Rubén Leni el encargado de formar el grupo. El ex mundialista comenzó sus trabajos en marzo con 16 preseleccionados, reduciendo la lista a diez sólo un mes antes del comienzo del certamen. Se publicó, entre medio, que el hockey debía reasumir su rol histórico ante rivales que, en las estadísticas, eran inferiores. Sólo Estados Unidos, Francia y Angola –estos tres, descendido del Mundial mayor disputado el año anterior en Italia- más Mozambique aparecían como las amenazas para el objetivo de volver a la Serie A.

Por lo menos, en los dos primeros pleitos ante Sudáfrica y Macao –reforzados por portugueses nacionalizados- permitió espantar la presión ambiente. Que sirvió de mucho en el empate 5-5 con los estadounidenses, donde además del buen juego que demostraron los muchachos de Leni agregaron coraje que los ayudó a sacar adelante ese cotejo. Pleito que se abrochó con dos golazos. El primero -y elegido la mejor anotación del certamen- cuando Miguel Lorca dominó la pelota por el flanco derecho, se metió sin marca por detrás del arco rival y antes de la reacción del guardameta el alero apareció por el otro lado, elevó la pequeña esfera de caucho y la envió hacia el fondo del cubículo. El gimnasio El Llano estalló porque era el 4-5. Poco después el turno fue de Alvaro Aravena, quien “disputó la bocha tras la portería norteamericana, tiró sin ángulo, rebotó en el portero rival y, mágicamente, llegó a las mallas. El Gimnasio El Llano se vino abajo” publicó el redactor presente en la cancha.

Presente en la tribuna estaba el técnico de Francia, el italiano Giovanni Inocenti, quien comentaba que la Roja “es un equipo fuerte, sobre todo por el apoyo de su gente. Seguramente, definirá la subida del campeonato. Espero que gane Francia cuando nos enfrentemos, pero todo se verá en la cancha. Chile tiene buen estado físico y mentalidad ganadora”.

Los deseos de Inocentti se cumplieron con un contundente 5-1, que les dio el retorno directo a los galos mientras que los locales debieron definir con Colombia, que llegaba alzada tras dejar en el camino a uno de los candidatos previos, Estados Unidos.

En la definición, los chilenos asumieron la batuta desde el primer toque de la pelota. Y se impusieron sin bemoles, formalizando el regreso. Y entre todas las celebraciones, Alvaro Aravena lanzó un desafío en la misma cancha. “No podemos dejar de trabajar, sino vamos a volver a bajar. No queremos más peleas en el hockey, debemos unirnos todos por este deporte”. En los años siguientes quedó claro que no todos escucharon esa propuesta.