
Había ambiente, tras el título mundial que la Selección Femenina, que pasó al vocabulario popular como Las Marcianitas, anotado en octubre del año anterior en el Gimnasio Olímpico de San Miguel. Las hockistas, lideradas por Rodrigo Quintanilla, pasaron a ser celebridades.
Eso influyó en que no faltó quien utilizara la misma vara para ilusionarse que los varones podrían protagonizar un hito similar en el Mundial de Montreaux. Más, si fue justamente Quintanilla quien asumió el mando del cuadro masculino, reemplazando a Osvaldo Rodríguez quien se abocó a sus labores en San Agustín.
En su preparación, la Roja agregó a los partidos con equipos locales su participación en la Copa Tarradellas en Blanes, España. Ahí se midió ante Cataluña (4-3), Colombia (3-2) y Brasil (3-4). También hubo otro amistoso con los catalanes (0-2) y con Andorra (1-2).
También se intervino en la tradicional Copa de Naciones, en la ya mencionada Montreaux. Enfrentando a rivales de mayor tonelaje, el equipo chileno cae frente a Portugal (0-1) y España (1-7), más Alemania (1-6).
Sin embargo, la faena en el Mundial fue la peor desde el retorno a la Serie A nueve años antes. Se culminó en el puesto 11°, con una balanceada campaña de tres victorias y similar número de derrotas –incluyendo a Angola que otra vez se cruzó en la cancha-.
Y cuando comenzaban las voces que comparaban, otra vez, lo realizado por las Marcianitas, la portero de ese elenco, Constanza Reyes aclaró todo comentando que “en el hockey masculino la diferencia entre las potencias y los demás equipos es muy alta, algo que todavía no se ve en el femenino”.
Pero el asunto no quedó ahí. Semanas después el DT Rodrigo Quintanilla tuvo que enfrentar una polémica, difundida por los medios, que le criticaron la nominación de su sobrino Armando en el plantel de Montreaux. Sus principales críticos fueron Eduardo Cleveland, Pablo Jara y Diego Jiménez.
El estratego señaló al diario El Mercurio que “si tienen dudas respecto de las nominaciones, debieron plantearlas en su momento” agregando que al jugador “no lo llamé porque es familiar mío, sino porque sentí que tenía las condiciones para estar. Además, es poco leal criticar a compañeros”.
Pablo Jara, a través del mismo medio, contestó que durante el anterior proceso con Osvaldo Rodríguez “en el Mundial juvenil fuimos dos veces segundos. Y en el adulto, terminamos séptimos en San Juan”. Además, que en esa época, principios de la década, “no había nadie afuera. Ahora somos varios en Europa y aun así terminamos undécimos en el Mundial de Suiza”.
Consultado sobre si el problema era que los principales hockistas estaban en Europa, lo que podría estribar en dificultades para reunir al plantel, Jara respondió que “sí, puede ser. Rodrigo (Quintanilla) trabajó poco con nosotros, sólo en las mini concentraciones. Él escogió el camino europeo, pero no hizo una elección acertada. Hay muchos que están en Chile, como el ‘Toño’ Oñate, que juegan mejor que quienes acá actúan en divisiones C o D europeas”, concluyó. El debate no terminaría ahí…