Encuentro de dos equipos necesitados por los puntos. Se impuso el juego asociado de Deportivo, apelando al buen toque ante el etilo pragmático y directo de los muchachos de la Séptima Región.
Un choque de trenes, un duelo de titanes, un enfrentamiento entre dos candidatos al título. Y no desentonaron en un trámite duro, disputado, muy peleado que se definió por un mínimo margen. Como expresa el lugar común, y para beneficio de otros equipos que aspiran a uno de los cupos en los play offs, los del Físico y los sureños se mataron entre ellos.
Por fin el elenco comunal pudo celebrar. Premio para un quinteto que venía subiendo su rendimiento en los últimos partidos, registrando apretadas derrotas como la que había tenido el día anterior ante Universidad Católica. Bien por el Caudillo de Pedro Aguirre Cerda, Aldo Diomedi, y sus huestes.
Pleito duro entre dos rivales que apelaron a algo más que el juego para imponerse. El resultado final ahorra todo comentario. Sin embargo, lo lamentable fue lo registrado en el final del cotejo con la expulsión del goleador de la Máquina de Villa Macul, por un incidente con un rival. Será en la próxima fecha saber si pesa esta obligada ausencia en el elenco de ORS.
Un partidazo que no tuvo el final que se merecía. Su gol y otro más era la consigna cuando estalló la polémica faltando 2’04” para el final. Bueh, ya venía con alta temperatura el asunto con reclamos al árbitro y la expulsión de Danilo Núñez tras agredir a un rival. En el momento en que O’ Higgins iba a cobrar una falta desde la esquina externa del área cruzada se escuchó el aviso de minuto solicitado por la UC por lo que sus jugadores se dirigían a la banca. Sin embargo, el árbitro Isidro Martínez, coincidentemente, ordenó el servicio libre y los o’higginistas hicieron caso anotando el gol con el arco despejado. Ahí estalló la guerra mundial, con los airados reclamos de los de la franja. Tras varios minutos de cabildeos, el referí determinó el fin del cotejo por falta de colaboración de ambos equipos.
En el cierre de la fecha, los marianistas estuvieron a punto de anotarse un batatazo cuando el marcador mostraba un contundente 3-0 gracias a una correcta estrategia que le cerró los espacios a sus rivales. Ante esto, el Llano tuvo que apelar a la rotación de primera para encontrar los resquicios e imponer sus cambios de ritmo. Para peor de los leonpradinos, la dupla conformada por Miguel Lorca y Julio Aravena estuvo letal.