Dentro de las labores en un quinteto, y mientras los jugadores de campo a pesar de tener puestos nominales deben enmarcarse en un funcionalismo para equilibrar defensa y ataque –no importando, en algún momento determinado, si los dos de arriba son los delanteros designados y el par de atrás, los zagueros propiamente tales- el último defensor y el primer atacante es la del guardavallas.
Pieza clave, cumple una labor ingrata ya que –salvo si es un arquero gana partidos– pasa casi en forma anónima cuando el equipo gana. Pero si se pierde, el primer responsable es él.
Quien luce esa armadura de perneras, gruesos guantes y cascos debe disponer, ante todo, características específicas como reflejos, agilidad y valentía para enfrentar los embates rivales. De hecho, en el libro Aprendamos Hockey se le definió como aquel que “debe estar siempre en actitud de alerta, de tal modo que pueda resolver rápida y eficazmente situaciones adversas y así, en lo posible, pueda dar a sus compañeros la posibilidad de obtener ventajas con sus intervenciones”.
Además, no sólo es un mero “atajador” porque es el primer elemento táctico del quinteto al estar atento a los rebotes y despejes en su área. Eso lo debe posibilitar su concentración máxima, sobre todo para resolver situaciones sorpresivas como remates de distancia o regates de los contrincantes. También, desde su posición posee el máximo de visión de la cancha para ordenar a sus compañeros.
En su evolución en el juego inicialmente jugaba de rodillas, con muy poca movilidad. Posteriormente, de pie para detener los ataques antagonistas. Luego, se dio la pose clásicas en cuclillas que agregó tener una preparación física especial para soportar esa pose, ya que el reglamento obligó a utilizarla porque se le estaba prohibido que las rodillas tocaran la superficie de la cancha.
Según algunos analistas, el desarrollo de este especialista pasa por tres etapas: en sus comienzos, aprende lo básico del puesto como posturas y movimientos; después, se fija en porteros más experimentados para ir puliendo su estilo. Finalmente, la experiencia le permitirá afirmar su forma de ubicarse bajo los tres fierros.
En el hockey chileno ha habido notables exponentes en el puesto como Juan Rojas, Mario Garay, Gastón Arismendi, Jorge Cordero, Juan Sánchez, Sergio Moreira, Rigoberto Campusano, Atilio Menichetti, Jaime Cabello, Jorge Andreu, Sandro Zolezzi, Carlos Suez, José Antonio Espinoza, Ramón Méndez y Rodrigo Quintanilla. En las damas resaltan Constanza Reyes, Paulina Tapia, Paulina Santibáñez, Macarena Valenzuela y Fernanda Hidalgo.