En el cierre de la primera fase hubo vértigo entre albicelestes y azzurri. Porque ambas podían llevarse el Grupo A para pasar primero. Y más, las trasandinas si se imponían con una diferencia de cinco goles podía desplazar como el mejor primero a Chile en la clasificación para establecer las llaves de los Cuartos de Final.
Ida y vuelta, donde las itálicas lucieron en defensa su inherente catenaccio para defender y salida rápida, por los costados, al atacar. Ante semejante escenario, las argentinas apelaron a su buen traslado de bocha, con toques veloces además del disparo de distancia para encontrar resquicios.
Labor para Las Águilas que se facilitó tras la apertura de la cuenta. Por aquella lógica de que el rival debía salir, dejando espacios. Sin embargo, las italianas demostraron su valía de ir y venir para defender en bloque, con una férrea marca personal que, en todo caso, sus contrincantes sudamericanas supieron romper.