Fue la mejor forma para terminar de calmar los ánimos tras la Noche Triste del jueves pasado en el Mecano de Playa Brava. El quinto puesto obtenido por Chile en el XIII Mundial Femenino de hockey-patín ya dará paso, a partir de este domingo a los análisis profundos… dentro y fuera de la cancha.
Por de pronto, sobre el partido en sí de este sábado Colombia inició con mayor profundidad en sus despliegues, y cuando defendían lo hacían en bloque cerrando hasta con doble marca cualquier intento chileno. Las caribeñas entraron con la disposición del “no tenemos nada que perder” -mish, igual que las francesas- y así intentaron poner nerviosas a las locales.
Las Marcianitas se fueron armando de a poco, sumando confianza a medida que se fueron acercando a zona rival. Mejor aún, la ventaja en el marcador terminó por calmar sus afanes para manejar de mucho mejor manera el asunto.
Las variaciones de nombres en el seleccionado chileno supusieron un cambio de mano para las colombianas, que de golpe y porrazo se vieron enfrentadas a sólo una atacante en punta (Cata Flores) mientras las otras tres patrullaban por los costados -Gigliola Berloffa gran revelación, al desahogar a Beatriz Gaete en la labor de quite y entrega de la bocha, ayudando también a Alexa Tapia al retroceder-. La sorpresa radicó en que esa solitaria delantera, con su muñeca y constante movilidad, desarticuló los marcajes antagonistas y propiciaba espacios para el ingreso de alguna de sus compañeras.
Esta formación -Alexa Tapia, Gigliola Berloffa, Beatriz Gaete y Cata Flores- cumplió tal como lo hicieron el viernes ante Alemania, aumentando la cuenta y metiendo a las caribeñas en su redil. Y, era que no, se crearon buenas oportunidades -dos de ellas dieron en los fierros de la portería de María José Giraldo-
Muy bien Chile, porque tras el esfuerzo de ese cuarteto vino un nuevo cambio de mano acertado, dejando en cancha a Beatriz Gaete -la gran figura nacional en esta Mundial- acompañada de sus tres compañeras de refresco -Carolina Zúñiga, Fernanda Urrea y Francisca Donoso- para controlar la bocha en los cinco minutos y fracción que restaban. Incluso, se anotó un nuevo gol para construir el definitivo marcador que sirve de bálsamo después de la frustración de haber salido del podio.
Además, sus atacantes Catalina Flores y Francisca Donoso quedaron como líderes absolutas de la tabla de goleadoras con 12 anotaciones cada una, mientras que -incluyendo a ambas artilleras- se consolida la nueva generación de Marcianitas con Gigliola Berloffa, Fernanda Hidalgo, Carolina Zúñiga, Fernanda Tapia y la ya mencionada Beatriz Gaete como las nuevas referentes del grupo.
Que hubiera sido todo mejor con una final, sí es verdad. Pero ya vendrá el tiempo de las evaluaciones, cuando el asunto esté en frío.