El Aporte Femenino a las Cabinas Técnicas del Hockey Chileno

Katherine Quezada, Paulina Santibáñez, Zoe Zamudio y Francisca Puertas siguen abriendo caminos para el hockey femenino, ahora desde la labor de entrenadora.

Desde que el hockey femenino retomó su rumbo en nuestro país en abril de 1995, tras ser partícipe de los inicios de la actividad a fines de los años 30 y desaparecer –tal vez, por presiones sociales de que las mujeres son podían practicar un deporte tan rudo- a mediados de los 40, ha ido ganando terreno a grandes tramos con el título mundial del 2006 como piedra angular.

Ratificado el pedigree internacional de nuestras hockistas en el rectángulo de juego –con cinco de ellas en la OK Liga, el certamen más importante del Universo Hockey, y la posibilidad de que se sumen dos más-, ahora las damas se reafirman como entrenadoras.

Lamentablemente, en nuestros país, además de enfrentar a los rivales de turno, han tenido que superar los prejuicios de algunos que aún no les dan crédito que pueden ser tan o mejor que un varón luciendo el buzo con la sigla DT. Casi como si cada partido en que deben estar al borde de la baranda significara un examen de validación ante la afición.

La primera en superar aquello fue Katherine Quezada, Marcianita que lució la camiseta nacional entre 2005 y 2011, quien aprovechando su período como jugadora del Alcorcón realizó los correspondientes cursos ante la Real Federación de Patinaje, con instructores de lujo como el mismísimo Quim Pauls. Todo ese acervo aprendido lo ha demostrado en las últimas dos temporadas de la Liga Regular dirigiendo a Red Star, además de sus tareas de formación en el Colegio Pedro de Valdivia-Peñalolén.

La senda marcada por Quezada –bautizada por los argentinos como la Primera Dama del hockey-patín chileno- muy pronto tuvo continuadoras, en las labores de Zoe Zamudio y Paulina Santibáñez. La primera, a cargo de los equipos infantiles de Colonial de Pirque, mientras que la Pauli hace lo propio desde fines de 2016 en Sagu con el que obtuvo, en su debut como adiestradora, la Copa de Plata en el tradicional Torneo Antonio Tobal. Además, ya realizaron los correspondientes cursos Francisca Labbé, Jael Saldívar, Jennifer Lagos y Marcia Tolaba.

Ahora se agrega a este estamento Francisca Puertas, referente del hockey chileno, quien tras sus experiencias en la competencia española, y una suerte de sinopsis al dirigir al representativo femenino de San Agustín en el Mundialito de Bancaria en diciembre pasado, acaba de ser confirmada como DT de los equipos femeninos de Universidad Católica.

Ejemplos europeos. De esta manera, Chile se une a lo que ya ha sucedido, sobre todo, en Europa. Porque, por ejemplo, Holanda –en sus últimas intervenciones internacionales a fines del siglo pasado, antes de su ostracismo del cual comenzó a salir sólo el año recién pasado- fue uno de los primeros países que depositó su confianza en una mujer para liderar la cabina técnica de su Selección Nacional. La ungida fue Diana van Gemert, quien dirigió al representativo orange en los Mundiales Femeninos de 1998 y 2000.

Más recientemente, en el pasado Europeo Femenino disputado en Portugal el combinado suizo fue dirigido por su ex seleccionada Christine Schneider, quien vistió la enseña helvética en seis citas mundialistas y seis certámenes continentales.

Lo anterior, sin contar que en España muchas de las jugadoras que juegan en la OK Liga compatibilizan sus labores -en sus equipos y con sus estudios- con el oficiar de entrenadoras de los equipos infantiles de sus respectivos clubes.

Todas ellas han demostrado personalidad y presencia en el puesto, pedagogía para dirigir -sobre todo- a los más pequeños más sabiduría técnica y táctica para ubicar a sus equipos en la cancha. Afortunadamente, la mayoría ha obviado la opinión -ridícula y anacrónica, por lo demás- de que por ser mujeres no pueden desempeñar las labores de estratega, sino que al contrario valorando el aporte que hacen a la profesión. Lo mejor es que los resultados obtenidos -que, a fin de cuentas, es lo que fortalece la carrera del entrenador- las empoderan más en sus respectivos clubes, generando también credibilidad en el medio.

A modo de conclusión -muy avalada, por lo demás-, tal como en ámbitos tan diversos como el profesional o el político, además de otros deportes, en el hockey-patín también las mujeres ya están dejando su impronta.

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