No podía ser de otra manera. Con abrazos, una que otra talla y un asado de camaradería finalizó este domingo en la cancha del Sagu la primera versión del Torneo Master +50, que reunió a hockistas cuyo único requisito era tener cumplidos el medio siglo de vida.
Si se trata de resultados –sobre todo, para quienes les gusta las estadísticas-, campeón fue el equipo Negro, que venció 5-1 al Blanco. Para el triunfador anotaron Oscar Ahumada (2), Rodrigo Leiva, Francisco Morales y Rodrigo Bendeck; el descuento fue de Mauricio Prinic.
El tercer puesto fue para el Rojo, que se impuso 1-0 en la definición de tiros libres tras igualar 4-4 con el Amarillo. Para el quinteto triunfador marcaron Patricio Fuentes (2), Eduardo Tapia y Leonel Jofré; mientras que para los amarillos, Aldo Escobar (2) y Jorge Moreno (2).
El quinto lugar se lo llevó el Naranja, tras el 5-4 sobre el Azul. Para los ganadores se anotaron en la planilla Javier López (4) y Rodrigo Matta –la naciente dupla MaLo, Matta-López-; mientras que sus rivales hicieron lo propio a través de Luis Coloma (2), Eric Fuentes y Javier Estay.
Lo que se trasunta. Más allá de estos números, la importancia de la realización de este certamen es concretar un nicho para aquellos hockistas que superaron los 50 años de edad, y que sólo quieren divertirse sin la presión de la competencia.
Favoreció en esto la composición de los seis equipos que dieron forma a este torneo, ya que fueron establecidos en función de los hándicap de cada jugador. De esta manera, los de mayor experiencia por haber jugado en Mundiales, Panamericanos y/o Sudamericanos fueron distribuidos en cada elenco, completados con el resto.
De esta manera, se pretende –y se logró- evitar abusivas goleadas que en nada favorecerían al espectáculo; y prevenir, también, una demasiada ventaja para los mejores. (¿Se imaginan si, por ejemplo, todos los integrantes de la Selección Nacional que obtuvo el cuarto puesto en el Mundial de 1982 formaran un equipo? No habría cómo vencerlos…)
Pero también, fue la instancia para que algunos nombres que hacía rato no se calzaban los patines volvieran a escena. Como, por ejemplo, Aldo Escobar, sempiterno goleador en la Usach de los 80 y principios de los 90, quien viajó desde Pica –donde vive y trabaja hace casi dos décadas- para demostrar que mantiene incólume su salida explosiva y remate a gol. O Eduardo Tapia de quien se puede decir que es de profesión ídolo, ya que todos lo respetan por su glorioso pasado con la Roja; Luis Coloma, que viajó desde Talcahuano para demostrar que su Toque Coloma –aquel donde da el pase hacia un lado, mirando para el otro- se mantiene intacto; Oscar Ahumada, quien reafirmó su calidad con su muñeca y patinaje, atributos sobradamente conocidos en la Liga Master; Rodrigo Bendeck, emocionado por volver a jugar y manteniendo el poder de fuego que lo hizo célebre en los 80; o José Antonio Espinoza, el mejor portero en la historia del hockey chileno.
Todos unidos con el resto de los competidores para dar forma a esta naciente categoría, cuyas bases ya están establecidas. Sólo falta definir con qué frecuencia se disputarán sus certámenes. Y también, invitar a otros jugadores, que no pudieron asistir en esta ocasión, que engrosarían la cita como Eduardo Cleveland, Rubén Leni o Fernando Izurieta.
De hecho, la Organización –a cargo de Roberto Vargas y Cristián Riveros, unidos con Eduardo Tapia y Oscar Ahumada quienes hace rato habían manifestado la posibilidad de organizar a este estamento- comentaba, mientras se desarrollaban los cotejos, que desde Colombia ya estaban preguntando cómo dar forma a un campeonato de esta categoría. Algo que en Europa ya es tendencia hace rato –no en vano, la Evricup siempre se juega en dos series: +35 y +50- y que en Chile ya comenzó a manifestarse. Enhorabuena.
Hola, Soy Fernando Medina Hernandez de México, y me gustaría contactar a Eduardo Tapia. Me pudieran ofrecer algún correo donde lo pueda localizar. Fuímos compañeros en la Universidad. Gracias