Continuamos con esta serie de crónicas alusivas a los que más han destacado, a lo largo de la historia, en nuestra disciplina deportiva favorita. Algunos de estos nombres son conocidos, otros están para conocer. De paso, reiteramos el gran objetivo que tenemos como Patines y Chuecas con estas nóminas: respetar la historia del hockey sobre patines, por lo que vamos con la tercera lista de los varones.
80. Peter van Gemert (Holanda), El Caudillo de Lichstad. En la generación de holandeses que surgió con el legado de Rob Oltoff, este zaguero era uno de los líderes naturales de la Selección Holandesa que se hizo notar en la década de los 80. Con la camiseta naranja alineó en cuatro Mundiales –incluyendo el de la Serie B realizado en 1986, donde el equipo orange fue subcampeón- y seis Europeos; mientras que con su club de siempre, el RC Lichstad, fue dos veces semifinalista en la Euroliga y finalista en la Copa CERS.
79. Antonio Terroso (Brasil), El Hijo Adoptivo Favorito del Brasil. De Antonio Terroso se escribió que si bien era portugués de nacimiento, “por sus venas corría sangre verdeamarela”. Habilidoso en su juego, fue campeón sudamericano con la camiseta amarilla en Medellín, en 1969. También, formó en tres Mundiales (1962, 1966 y 1970). Como técnico continuó ligado al representativo amazónico, luciendo el buzo de DT en las citas planetarias de 1976, 1980 y 1982. ¿Algo más? Fue uno de los pioneros del hockey en Teresópolis, además de dirigir al Famalicense AC y Casa de Portugal de Petrópolis. Y por si eso fuera poco, también se desempeñó como árbitro internacional. Con razón en su país adoptivo lo calificaron como “ciertamente, un crack”.
78. Rubén Alonso (Argentina), El Abanderado Albiverde. El Papaya es uno de los referentes históricos del club Unión Estudiantil de San Juan. Si bien comenzó en el hockey como arquero, su velocidad y talento innato como atacante muy pronto lo hicieron popular en la provincia, siendo uno de los cuatro sanjuaninos que formaron en el debut mundialista de Argentina en 1960. También alineó en el Mundial de Santiago de Chile 1962 y en el Sudamericano, también disputado en la capital chilena, seis años antes.
77. José Antonio Espinoza (Chile), El Adalid de los Parantes. Sus avales lo tienen como el mejor portero en la historia de su país, además de que estuvo a la par del español Trullols y del portugués Ramalhete. Toño Espinoza, además, fue referente en todos los equipos en que jugó: Universidad de Chile, Universidad Católica, Manuel de Salas, UMCE y Estudiantil San Miguel. También, destacó en su paso por el hockey italiano al defender los parantes de Giovinazzo, Prato y Vercelli. Y más, por la Selección Chilena formó en seis Mundiales –incluyendo los cuartos puestos en 1980, 1982 y 1989-, un Sudamericano –tercero en 1981- y medalla de oro en los Juegos Cruz del Sur 1982. ¿Su estilo? Fue uno de los primeros en jugar más allá de su marco, agregando su juego con las piernas y agilidad.
76. Roberto Crudeli (Italia), El Eterno. También integrante de la Generación Dorada del hockey su pista itálico, Crudeli luce en su hoja de servicios con la Scuadra Azurra el bicampeonato mundial de 1986 y 1988, el título europeo de 1990 y la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Barcelona 92. Su carrera como jugador activo se extendió… ¡¡por 38 temporadas!! ¿El detalle? Forte Dei Marmi (1980-1985, 2000-2001, 2003-2004 y 2009-2015), Amatori Vercelli (1985-1988 y 1996-1998), Novara (1988-1995, 2002-2003 y 2006-2007), Amatori Lodi (1995-1996 y 2007-2009), Barcelos de Portugal (1998-1999), Reus Deportiu de España (1999-2000), Bassano (2001-2002), Prato (2004-2006) y Roller Scandiano (2015-2018). Su palmarés personal se completa con dos Ligas A1, una A2, tres Copa CERS y una Supercopa italiana. Cuando se retiró de la práctica activa, el 13 de marzo de 2018, tenía sólo 54 años de edad.
75. Francesco Amato (Italia), El Depredador del Área. Estandarte del Novara en la década de los 80, fue triple capocannoniere vistiendo la camiseta azul novareña en la Serie A1, para un total de 281 sumadas esas tres temporadas. Además, ganó dos Ligas, dos Copa Italia y dos Copa CERS. También formó en el Giovinazzo -81 goles en la temporada 1985/85 de la Serie A2- y en el Sarleno. Con la Scuadra Azzurra, fue uno de los que inició el relevo de la gran generación peninsular de los 80 –la de Marzella y Colamaría- inscribiendo en su CV el bicampeonato mundial de 1988 y 1997, el subcampeonato de 1993 y el tercer puesto en 1989; el título europeo de 1990; y la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Barcelona 92.
74. Valentín Grimalt (Argentina), El Cancerbero Mendocino. Identificado con Petroleros YPG, ha sido el portero de la Selección Argentina en los tres últimos Mundiales anotando, sucesivamente, un subcampeonato (2013), un título (2015) y un tercer puesto (2017). A nivel de clubes, ya ha jugado en la Serie A1 italiana cuidando la valla del Giovinazzo y del Matera; y en la OK Liga española con el HC Liceo, donde fue segundo en la Liga y semifinalista en la Copa del Rey. Actualmente, cumple sus labores bajo los parantes del campeón francés, el HC Quevert con el que ya se adjudicó la N1 Elite en la pasada temporada.
73. Alberto Moreira (Portugal), El Portero Que Llegó desde Mozambique. Antes de Ramalhete, el gran guardián de la portería lusitana fue este guardavallas perteneciente a esas camadas de hockistas nacidas en Mozambique y que nutrían al hockey portugués en las décadas de los 50 y 60. Junto a dos de sus paisanos, José Vaz Guedes y Fernando Adriao, formaron la columna vertebral del representativo ibérico ganando tres Mundiales (1958, 1960 y 1962) y tres Europeos (1961, 1963 y 1965), completando 94 partidos custodiando la entrada portuguesa.
72. Mario Andino (Argentina), El Defensa Goleador. Parte integrante de lo que fue el tránsito del hockey argentino hasta convertirse en potencia de primer orden, entre 1969 y 1982 fue uno de los fijos en el representativo albiceleste. Con la Selección de su país alineó en seis Sudamericanos –ganando los títulos de 1975, 1977 y 1981-, siete Mundiales –campeón en 1978 y subcampeón en 1976 y 1980- más una medalla de oro en los Juegos Panamericanos de San Juan de Puerto Rico 1979. Si bien sus labores en la cancha era la de último hombre, también incursionaba en ofensiva anotando goles. Comenzó y se identificó con el Unión Estudiantil de San Juan; sin embargo, en sus últimas temporadas como hockista activo formó en el Unión Vecinal Trinidad y en Concepción Patín Club.
71. Antonio Mas (España), La Bala Catalana. En el equipo español que se adjudicó el primer título mundial para los pabellones de la península en 1951, Tito Mas pasó a la historia por anotar tres goles en la victoria 4-3 en el crucial partido ante los portugueses. Sus inicios fueron en el Cerdanyola CH, pero se identificó con la camiseta albiazul del RCD Espanyol. Legendaria fue la dupla ofensiva que conformó con Jorge Trías, quien recurrentemente era el asistente con pases hacia Tito, que definió a esa dupla como “somos como un disparo en dos tiempos: Jorge es el gatillo y yo, la bala”. Con la camiseta roja formó en siete Mundiales –ganando el máximo título en el ya mencionado 1951 y 1954- además de adjudicarse la Copa de Naciones en 1952.
Próxima entrega: martes 15 de enero, Los 100 Mejores Hockistas de la Historia: Cuenta Regresiva de la 70 a la 61…