Tal como los otros favoritos, el cuadro local hizo lo suyo en su debut en el Mundial Juvenil goleando 11-0 a una Suiza que, sobre todo en un tramo del primer tiempo, mantuvo cerrado el trámite hasta que la habilidad de los trasandinos comenzó a definir el trámite.
Los albicelestes apostaron a lo suyo, velocidad en el traslado de la bocha y en sus movimientos para abrir la cancha, buscando llegar hasta con tres hombres a la última línea rival. Súmele a ello la habilidad de sus jugadores para resolver en espacios reducidos lo que provocaba desarticulaciones en las líneas helvéticas.
Sin embargo, la Selección Suiza mostró lo suyo. Al contrario de lo que se podría haber pensado, al recuperar el control de la pelota salía rápido buscando a los dos de arriba, quienes siempre intentaron la triangulación de primera. También, apeló al pressing a partir de mitad de cancha cuando no tenía la bocha bajo su dominio –ojo con los suizos, son fuertes en la marca-.
Estos ingredientes construyeron un panorama clausurado, que sólo se abrió cuando, ante la disciplina rival, la improvisación técnica argentina en los últimos metros logró desenmarañar el esquema de los centroeuropeo. El gol de Joaquín Olmos, al levantar la bocha y golpearla en el aire desde el vértice exterior del área, para decretar el parcial 2-0 fue la prueba de ello.
Otro detalle: cuando la diferencia en el marcador se comenzó a ampliar, los suizos, increíblemente, en vez de cuidar la retaguardia comenzaron a arriesgar apelando a un esquema 1-3 para, tal como lo hicieron con ellos, abrir el horizonte ofensivo. Apuesta arriesgada que dejó espacios en su retaguardia que ante un elenco como el argentino no se pueden dejar porque sus atacantes saben resolver. El 6-0 con que finalizó la primera etapa fue la prueba patente de aquello.
La clave para la goleada local pasó, de manera exclusiva, por la resolución en el pórtico rival en velocidad. Cada vez que los argentinos pasaron de segunda a cuarta, la testera europea sufrió las consecuencias –ya fuera protagonizando transiciones desde propio sector o presionando para recuperar y no tramitar el remate a puerta-.
Eso se reflejó con la tripleta que el conjunto anfitrión de estos WRG anotó en el primer minuto del segundo tiempo, ante lo cual los suizos optaron por cerrar espacios con el nunca bien ponderado Cuadrado reducido para evitar mayores zozobras y finalizar con un marcador más benigno.
SUIZA 0-11 ARGENTINA
SUIZA: Nico Tondury; Mattia Bigiotti, Keita Graf; Ramon Meier y Jonathan Scheer–cinco inicial- Moise Fayet, Mael Dysli, Philip Gottwald, Pavel Scheidegger y Fabian Lehnherr (AS). DT: Stèphane Simonds.
ARGENTINA: Juan Manuel Carrión; Francisco Torres, Giuliano Giuliani; Joaquín Olmos y Santiago Chambella –cinco inicial- Luca Garcés, Donato Martinazzo, Ezequiel Funes, Albano Martinazzo y Santino Facca (AS). DT: Juan Manuel Garcés
Goles: primer tiempo: 0-1, 1’21” Giuliano Giuliani (Arg); 0-2, 13’11” Joaquín Olmos (Arg); 0-3, 13’34” Luca Garcés; 0-4, 18’04” Joaquìn Olmos (Arg); 0-5, 22’50” Giuliano Giuliani (Arg); 0-6, Joaquín Olmos (Arg). Segundo tiempo: 0-7, 0’16” Luca Garcés (Arg); 0-8, 0’57” Francisco Torres (Arg); 0-9, 1’15” Luca Garcés (Arg); 0-10, 7’50” Albano Martinazzo (Arg); 0-11, 16’33” Francisco Torres (Arg)
Árbitros: Claudio Ferraro y Loic Le Menn
Cancha: Aldo Cantoni de San Juan
Partido correspondiente al Grupo B