En el Mar Caribe, a 50 kilómetros de la costa noroccidental de Venezuela, se ubica la isla de Curazao, un paraíso turístico con una superficie de 444 kms. cuadrados como parte de las llamadas Antillas Holandesas. Allí, silenciosamente, un hockista colombiano llamado Francisco Ojeda está sembrando la semilla de lo que aspira a que sea el hockey sobre patines curazoleño. Otra iniciativa personal que se une a las que encarnan el camerunés Kouokam Kamtchueng en Benin, la española Edén Avecilla en Etiopía y el sanjuanino José Acosta en Costa Rica.
“Hace tres años, antes del Covid, en enero de 2020 y por cuestiones de trabajo me mudé a la isla. Antes de eso, yo estaba jugando en los Masters y compitiendo activamente, ya que practico hockey desde los 15 años de edad y hoy tengo 42. Ya estando acá, algunos hijos de amigos querían aprender a patinar, así se armó el primer grupo en enero de 2021 como hobby. Pero a las pocas semanas ya hubo más entusiasmo y pasamos de una a dos sesiones semanales. Hoy ya contamos con 70 niños en tres niveles: Iniciación, Principiantes y Avanzados. Y hace un mes abrimos hockey para los que están más avanzados y para los jóvenes-adultos”, cuenta Francisco Ojeda a Patines y Chuecas sobre esos inicios en una cancha de básquetbol ubicada al borde del Mar Caribe. Hoy ya están practicando en un coliseo, cuya cancha tiene las medidas de una pista de hockey.
Sobre el tema de la implementación, Ojeda señala que “en Colombia hay dos hockistas que tienen una empresa de fabricación de sticks y skates para Iniciación y Profesional. A ellos les he comprado las cosas. Lo primero que traje fueron sticks y algunas bochas. Ahora, porque ya estamos con el hockey propiamente tal, adquirimos protecciones para jugadores que deben llegar en unas semanas más”.
“Tenemos pendiente el equipo de portero, que es más costoso. Estamos buscando opciones de segunda mano en Colombia, a ver si sale esa opción. La idea es tener dos juegos, uno para niño y otro para adulto que pueda usar yo mientras podamos dar con la posición”, agrega.
Babel. La composición del grupo de niñas y niños que se están entusiasmando con el deporte de los patines y chuecas es una verdadera Torre de Babel. “Aquí hay niños de muchas partes. Hay de origen holandés, latinos, de Curazao propiamente tal, de la India o de familiares que tienen el origen hindú. También tenemos italianos, americanos. Es una mezcla impresionante” define el gestor de esta iniciativa.
“La idea que tenemos este año es comenzar a hacer los arcos de hockey, que deberían estar listos en dos o tres semanas. Con el espacio para entrenar, con los arcos y con los implementos haremos torneos internos en el grupo que contamos. Curazao es una isla con 160 mil habitantes, pero con un gran número de niños interesados en el deporte. Entonces, eso es una facilidad en comparación con las ciudades grandes para poder difundir”, agrega.
Lo que se viene. Francisco Ojeda, quien en su grupo de trabajo cuenta con su esposa que soporta todo el peso administrativo, comenta también los próximos pasos de este incipiente hockey curazoleño.
“A mediano plazo vamos incrementar los entrenamientos y el próximo año queremos ser invitados para los festivales y para algún campeonato a mitad de año. Inicialmente, estamos haciendo el contacto para que en Colombia nos consideren como invitados. Y si nos invitan desde otros lados, felices también. La idea es que los niños puedan ver a chicos de otros países jugando para que aumente su motivación. Es un intercambio deportivo que queremos hacer”.
Pero eso no queda ahí. “Para el proyecto a largo plazo ya tenemos algunas presentaciones para que el Comité Olímpico de Curazao nos reconozca como un nuevo deporte en la isla. Y nos ayuden para contar con mayores recursos destinados a implementos; y también, tener un terreno propio donde podamos construir instalaciones para patinaje de velocidad y hockey. Estamos llegando a empresas privadas para que nos ayuden a través de patrocinios o donaciones y así sean partícipes del proyecto”.
Las planificaciones de Francisco Ojeda se resumen en su máxima aspiración. “Si nos reconocen como organización deportiva oficial podremos representar a Curazao como país. Sería un país adicional con hockey en el mundo”, concluye el gestor del hockey en el Caribe.
Otra muestra de que el hockey, en estos momentos, se intenta extender por el orbe a través de iniciativas personales.
Que nota pachito muy vacana la iniciativa me siento muy orgulloso
Este artículo sobre el crecimiento del hockey en Curazao es emocionante y muestra cómo este deporte está floreciendo en nuevas regiones. Para apoyar aún más el desarrollo del hockey en Curazao y en otras partes del mundo, considera iniciar una recaudación de fondos en WhyDonate. ¡Unámonos para fomentar la pasión por el deporte y brindar oportunidades a jóvenes talentos!