Un tema que Patines y Chuecas planteó en octubre de 2023 está en boga en estos momentos en Europa. Específicamente, en la competencia italiana donde la tarjeta amarilla, que había quedado fuera de las modificaciones reglamentarias establecidas en 2010, está retornando en gloria y majestad.
Aunque en años posteriores hubo voces que plantearon la necesidad de retomar su uso -entre quienes defienden la moción está el profesor de los árbitros, Luis Reyes, quien lo planteó en los sucesivos congresos arbitrales- ya que había sido reemplazada por la amonestación verbal.
“Si bien lo de la amonestación era una buena intención, no todo el mundo la alcanza a apreciar. Partiendo por los propios deportistas, quienes algunos no se dan ni por enterado que han sido blanco de aquella señal por lo que cuando reciben tarjeta azul se preguntan en qué momento fueron amonestados”, ha argumentado desde siempre el profe Reyes.
La argumentación del referí, dos veces juez de finales mundialistas, se profundiza señalando que “con la tarjeta amarilla también sale favorecido al público. Porque no falta quien está sentado en la tribuna y no conoce el sentido de la señal hacia la mesa de control informando de tal o cual amonestación, cayendo también en la misma pregunta. Y más, en la propia mesa no falta el delegado que no vio que el árbitro le estaba mostrando la mencionada señal, por lo que la amonestación en cuestión no queda en planilla”.
De ahí que en Italia ya tomaron el guante, lo cual podría ser imitado en otras Ligas como la nuestra, de restituir este símbolo universal en el deporte. Porque con la cartulina amarilla todos quedan informados desde el mismo momento en que se asoma en la mano del referí. Así, el deportista sancionado se da por informado de que está en la cornisa, de que a la siguiente será suspendido por dos minutos. Y el público presente en la pista también quedará al tanto de lo que se puede venir.
Además, las amonestaciones verbales podrían quedar para situaciones de juego muy específicas siendo el primer escalón en la subida. Después, la tarjeta amarilla. Y una segunda tarjeta amarilla al mismo hockista sería similar a recibir una tarjeta azul.
Con todos estos antecedentes, ¿debería volver la tarjeta amarilla en el hockey-patín? ¿Sí o no?